Desde ayer, puede verse en el portón de la finca de Cantora un misterioso cartel de 'Se alquila'. De esa forma, Isabel Pantoja habría tomado la decisión de alquilar la famosa finca para bodas, bautizos y comuniones.
Algo, que nos ha tomado por sorpresa a todos, y sobre todo a su hijo, Kiko Rivera, quien ha explotado en redes sociales tras enterarse.
El Dj ha dejado muy patente su cabreo ante este nuevo golpe de la tonadillera: «De verdad, esto ya es lo último que me faltaba por ver. Dios, dame paciencia porque como me des fuerza...»
Aunque el programa de 'Socialité' hacía ver que se podía tratar de una pesada broma, lo cierto es que la noticia ha trascendido rápidamente.
Hace poco salía a la luz que Kiko se había reunido con un comprador interesado en la finca, por lo que Pantoja podría quedarse en la calle.
¿Estará esta drástica decisión motivada por el miedo de la artista a perder su preciada propiedad? De momento, su hijo ha tachado el movimiento de 'acojonante'.
La cantante no atraviesa un buen momento ni personal, ni profesional. Y es que desde que 'su pequeño del alma' destapara sus trapos sucios públicamente, tachándola de ladrona y mentirosa, Isabel no levanta cabeza.
Además, tras meses encerrada en Cantora, volvía a retomar con ilusión su nuevo proyecto en televisión. Pantoja se convertía en jurado de 'Top Star. ¿Cuánto vale tu voz?', un talent show musical, aunque el formato no ha terminado de convencer a la audiencia.
De esa forma, primero quedaba postergado a las noches de los sábados, y finalmente ha sido cancelado. Así, la tonadillera se ha visto en un gran aprieto, teniendo cerradas tan solo dos actuaciones durante los próximos meses.
Isabel Pantoja, la gran ausente en una reunión familiar muy especial
Este mismo fin de semana ha tenido lugar una celebración de lo más especial. Francisquito, el hijo mayor de Kiko Rivera, recibía la primera comunión, y también era bautizado junto a su hermano Jota.
Los pequeños, de ocho y cinco años respectivamente, disfrutaron de una velada llena de emociones en la que estuvieron rodeados de sus seres queridos.
Además, Irene Rosales descubrió los encantos de Bilbao, hasta donde se trasladaron para asistir a la ceremonia. Así, queda claro que Kiko y su ex, Jessica Bueno, mantienen una gran relación y han dejado atrás sus rencillas del pasado.
«Bilbao, te he conocido de la forma más especial. Nuestro príncipe ha recibido su primera comunión y estamos felices de poder vivir ese bonito momento. Te queremos siempre», compartía en redes sociales.
Lo cierto, es que Jessica también atraviesa un momento de lo más dulce junto a su marido, Jota Peleteiro. Ambos esperan su segundo hijo en común, y están de lo más ilusionados.
Por su parte, el hijo de Isabel Pantoja se mostraba de lo más emocionado y orgulloso de poder presenciar el acontecimiento. Así, no podía evitar compartir unas bonitas palabras.
«Quiero que creas en lo profundo de tu corazón que eres capaz de lograr todo lo que te propongas. Que tú nunca perderás, ganarás o aprenderás».
«No te puedo prometer estar aquí por el resto de tu vida, pero sí te puedo prometer amarte el resto de la mía. Te amo hijo y estoy muy orgulloso del hombrecito que eres ya».
Sin embargo, hubo una gran ausente en esta tierna escena familiar, y es que Pantoja no asistió a pesar de estar invitada. Sin duda, una gran decepción para sus nietos, quien llevan meses sin verla.
Aunque tanto Kiko como su mujer reconocían que la tonadillera sí que había intentado mantenerse en contacto con sus nietas, las pequeñas Ana y Carlota, a través de videollamadas.