Pablo González, un periodista español, fue detenido hace unas horas por las autoridades de Polonia.
Se encontraba en la frontera con Ucrania cubriendo la información del conflicto entre este país y Rusia. Desempeña su labor de manera freelance para distintos medios de comunicación, entre ellos La Sexta o el periódico Gara.
La labor de los profesionales de la comunicación cobra una especial relevancia en este momento. En una época marcada por la austeridad económica, cada vez son menos los medios, que deciden desplazar hasta la zona cero a sus trabajadores.
En el caso de Pablo González, trataba de aportar la última hora de la guerra desde territorio polaco. Allí se encargaba de cubrir la llegada de los ciudadanos de Ucrania que decidían huir del conflicto. El responsable de notificar su arresto ha sido el abogado Gonzalo Boye, que reclamó la inmediata puesta en libertad de su cliente.
Exige, además, que se garantice la integridad física del periodista mientras permanezca retenido. Por ahora se desconocen los cargos por los que está siendo acusado el vasco. Desde su entorno confían en que durante las próximas horas se les pueda aportar más detalles por parte de las autoridades de Polonia.
El letrado de Pablo González recordaba en redes sociales que "sin libertad de prensa no hay democracia". Señalaba que fue detenido "por hacer su trabajo".
Este profesional de la comunicación es un gran conocedor del conflicto ruso y de las relaciones del Kremlin con las antiguas repúblicas soviéticas. De hecho, acumula una experiencia de diez años cubriendo información desde la zona. Se encontraba en la frontera entre los dos países cubriendo la evolución de la crisis humanitaria.
Pablo González trata de mantener informados a los espectadores de La Sexta y a los lectores del Gara de todo lo que acontece. Sobre todo del éxodo de personas que se dirigen hacia distintos puntos de Europa tras la invasión de Rusia.
Sorprende mucho la postura adoptada por Polonia con el periodista. Durante la última semana ha transmitido un mensaje de apoyo a Ucrania, abriendo sus fronteras para acoger a una parte de la población. Muchas personas, víctimas del miedo y de los constantes ataques de Putin, se han visto obligados a huir de sus casas.
Han encontrado acomodo en el país vecino. Pablo González había informado hace poco de que la frontera entre los dos territorios permanecía abierta para acoger refugiados. Todo ello al margen de la nacionalidad que tuvieran.
Incluso se llegó a fotografiar con personas que entraban en el país, escapando del drama que sufrían en su país. De esa forma quería desmentir los rumores que circulaban sobre la negativa de exilio a la población "no blanca". En dichas imágenes aparecían estudiantes africanos y personas de Nigeria.
Pablo González ofrecía su punto de vista desde el lugar de la noticia
Uno de los últimos mensajes de Pablo González en Twitter fue la pasada noche. En él quiso aclarar cómo era la situación que se vivía en Ucrania. "Cada día, cada hora, es más caos e incertidumbre", apuntaba.
Continuaba diciendo que los "voluntarios hacen tanto bien, como atracan y saquean. La gente odia a Putin y compañía, pero cada día que pasa no es positivo, desde luego". De esa manera desmentía a un compañero que aseguraba que había más optimismo entre los ucranianos.
La clase política también ha querido pronunciarse respecto al arresto. El diputado de EH Bildu, Jon Iñarritu, consideró que se trataba de un "ataque contra la libertad de prensa". El exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, por su parte, solicitó al Gobierno que hiciera las gestiones necesarias para que lo dejaran en libertad.
Todos ellos coincidían en la gran labor que Pablo González realizaba desde la zona. Siempre al pie de la noticia.