Miriam Sánchez, expareja del periodista Pipi Estrada, fue uno de los rostros más habituales de Telecinco en la primera década de los 2000. Participó y ganó el concurso Supervivientes y no tardó en demostrar que era una mujer independiente y bastante talentosa. Sin embargo, tomó una serie de decisiones que le obligaron a apartarse de la pequeña pantalla y actualmente está pasando por un momento terrible.
Miriam Sánchez, según informan en Telecinco, vive de las rentas que le dan dos viviendas que compró cuando trabajaba en televisión. Su situación económica no es extraordinaria, pero lo más preocupante de todo es que supuestamente padece ciertas adicciones. Ha pedido ayuda porque no consigue cambiar de vida y la gente que le conoce está preocupada por ella.
Miriam ha protagonizado un episodio muy violento en Cádiz, concretamente en Conil de la Frontera, y varios testigos aseguran que está desesperada. La ganadora de Supervivientes ha hablado con la redacción del programa Sálvame para reconocer que los hechos son verídicos. Siguiendo los datos aportados por las personas que presenciaron el desencuentro, la situación es preocupante.
Miriam Sánchez ha reconocido que padece problemas de nervios, de ahí que se haya refugiado en la bebida y que su comportamiento sea tan variable. “Tengo tanta ansiedad que me bebo el agua de los charcos y el Nilo entero”, confiesa en Sálvame.
Este mismo programa se ha puesto en contacto con varias fuentes que coincidieron con ella en Conil de la Frontera.
La expareja de Pipi Estrada, según cuentan, protagonizó un momento tenso en un local nocturno y ahora está arrepentida. “Gritaba, se tropezaba y se cayó de boca en la puerta de este bar porque apenas podía mantenerse en pie”, informan. “Ella solo quería fiesta e intentó montarse en el coche de la policía, se apoyó en el capó y se puso a bailar”.
Miriam Sánchez tuvo muchos problemas con su exnovio
Miriam era una mujer plenamente capacitada para el mundo de la comunicación y demostró ser una tertuliana de primera categoría. El problema es que en su vida pasaron una serie de cosas que no supo gestionar y poco a poco se fue metiendo “en una espiral de autodestrucción”. Ella misma reconoció que había perdido las riendas de su futuro, de hecho pidió ayuda a un equipo de psicólogos.
La ganadora de Supervivientes rompió su relación con Pipi Estrada y en 2019 empezó un tormentoso romance con Cristo Vivancos. Sánchez acusó a Cristo de tener un comportamiento inadecuado y algunos periodistas aseguran que él es el responsable de su declive. Miriam se separó de él y después concedió alguna entrevista para explicar lo mal que lo había pasado a su lado.
“Mi expareja me obligaba a hacer ayunos de tres días porque me quería ver muy delgada y no me dejaba comer. Cuando quise terminar con él me daba atracones de comida y lo vomitaba porque sé que no le gustaba, así que caí en la bulimia. He sido adicta a la cocaína durante 8 años y he estado a punto de hacer muchas tonterías”, explicó Sánchez.
Miriam Sánchez pide ayuda y reconoce sus problemas
La exnovia de Pipi Estrada asume que su situación es delicada, motivo por el que les ha pedido a los periodistas que le dejen descansar. Está jugando al despiste y no desvela su localización actual porque no quiere llamar la atención de la prensa. “Estoy sola en la vida porque hay una falta de apoyo social, no tengo marido, ni nadie y con estas cosas una acaba con una adicción”, explica Sánchez.
La ganadora de Supervivientes ha hecho saltar todas las alarmas y sus seres queridos están preocupados. Aunque ella crea que está sola no es así, pues infinidad de rostros conocidos le han tendido la mano para intentar ayudarla. Lo más importante, según los expertos, es que retome la terapia cuanto antes.