Carme Chaparro vive el confinamiento junto a su marido, Bernabé Domínguez, y sus dos hijas, Emma y Laia. La presentadora de ‘Mediaset’ ha sufrido en primera persona los efectos del coronavirus en su propia familia, ya que ha perdido a dos familiares, según ha confesado a 'Nius’.
Chaparro ha relatado su dramática situación: «Yo he perdido a dos familiares por coronavirus pero también a amigos. Hay muy poca gente que se ha librado de perder a alguien pero parece que lo olvidamos muy pronto. Cuando veo a grupos por las calles sin mascarilla, gente joven haciendo botellones, les pediría responsabilidad porque nos jugamos mucho todos», decía la periodista.
La presentadora intenta superar estos dos palos tan duros acompañada de su familia: «Estoy disfrutando mucho con mis hijas, las 24 horas del día. Mi marido tiene que salir porque trabaja en televisión y lo disfruto menos», contaba.
Además, Chaparro habló muy preocupada por la situación actual de la sociedad: «No sé si ha sido el hartazgo del encierro, la dureza, el miedo, la inseguridad, la actuación de la clase política...Realmente no sé que ha pasado, pero parte del país se ha polarizado, se ha radicalizado», proseguía.
«Vamos a salir muy diferentes de como entramos. No solo como individuos sino como sociedad. Habrá que cambiar muchas cosas, una cerveza con los amigos... Ojalá salgamos más solidarios, mejores personas, más conscientes de que tenemos que construir una sociedad en la que todos nos apoyemos y dejemos de lado los egoísmos», confesaba Carme.
«Que pase esto con la menor cantidad de heridas y crezcamos como sociedad»
Carme también ha hablado de lo que echa de menos durante la cuarentena: «Poder abrazar a mi madre a mi padre, mis hermanos, hasta a los árboles del bosque. Reírme cara a cara con mis amigas, tantas cosas, las que deseamos todos, supongo... Pero, sobre todo, que pase esto con la menor cantidad de heridas y de dolor, y que crezcamos como sociedad, por favor», continuaba.
Finalmente, Carme se muestra muy preocupada por la situación de los sanitarios: «Están cansados, han vivido cosas que no somos capaces de imaginar, tomado decisiones que no hubieran querido tener que tomar en su vida... Ahora están agotados física y emocionalmente, tienen estrés postraumático y están viendo cómo parte de la gente no está siguiendo las medidas para una desescalada segura».