Carlota Corredera ha sido la última invitada en el primer programa del año de ‘Volverte a ver’ de ‘Telecinco’. En el espacio que conduce Carlos Sobera la presentadora se ha sincerado y ha contado qué hay detrás de la figura televisiva que todos conocen.
Aunque no es muy dada a hablar de su vida íntima en televisión, durante su estancia en plató, la autora de ‘Hablemos de nosotras’ tocó uno de los temas que más le emocionan, su familia. Carlota Corredera no pudo evitar hablar de uno de los pilares fundamentales de su vida, su padre, a quien perdió hace ya más de 25 años y al que sigue recordando con mucha emoción.
«Carlota es una niña de 46 años que creció absolutamente feliz en el barrio de Las Traviesas de Vigo. Mis padres eran una pareja maravillosa que se quisieron y se siguen queriendo a pesar de que mi padre falleció hace 26 años», comenzaba relatando la gallega.
Sobre su progenitor explicó, entre otras cosas, que era su ejemplo a seguir en la vida. «Mi padre era una persona muy honesta y muy comprometida. Para mí es mi ejemplo absoluto y mi referente. Cuando él faltó estuvimos muy a la deriva. Él eligió bien a su compañera y mi madre eligió bien a su compañero. Tengo unos padres excepcionales, pero la que se quedó aquí y la que nos sacó adelante fue mi madre», recordaba visiblemente afectada.
Una vida marcada por las pérdidas
Carlota Corredera reconoció que tuvo una infancia feliz, aunque su vida está marcada por la muerte de su padre, que falleció de cáncer, y la pérdida de su hermano menor. El pequeño de la familia fallecía un año después de su progenitor, a los 18 años.
«Durante mucho tiempo yo a mi hermano no lo nombraba. Llegué a Madrid con 23 años, me reinventé y no tenía que dar explicaciones a nadie de dónde venía ni quién era mi familia o qué nos había pasado. En Vigo y Santiago había un estigma porque todos sabían que en un año habíamos tenido dos golpes tan duros... El fallecimiento de mi hermano, con 18 años, es algo de lo que hoy puedo hablar, pero durante mucho tiempo no podía verbalizarlo porque me faltaba el aire», reveló Carlota Corredera con la voz entrecortada.
«Éramos cinco y pasamos a ser tres. No hace falta entrar en detalles para imaginar la bajada a los infiernos que vivimos en mi casa», añadió de lo más emocionada.
A pesar de todo, la gallega quiso lanzar un mensaje de esperanza. «Hay que seguir adelante», sentenciaba. Esta es una lección que aprendió de su madre, su «diosa»: «Mi madre es una mujer que ni en sus peores pesadillas pudo imaginar los escenarios que le deparaba la vida. Pero después de la muerte de mi hermano, mi madre, destrozada, se puso de pie, levantó la persiana y dijo que teníamos que seguir viviendo. Es duro, pero ella, con 44 años se quedó viuda y nos sacó adelante con esfuerzo y amor. Lo que soy se lo debo a ella».
La misma delante y detrás de las cámaras
Además de recordar a su familia, la presentadora gallega también habló de su pertenencia al mundo de la televisión. Carlota Corredera reconoció que la mayoría de personas que pertenecen a este mundo siempre reservan algo de sí mismos por autoprotección, pero que en su caso no hay gran diferencia entre la Carlota televisiva y la Carlota de su casa.
La gallega trata de ser la misma persona tanto delante como detrás de las cámaras y es algo de lo que se siente de lo más orgullosa a día de hoy.