Ana Rosa Quintana comienza sus vacaciones a partir de este viernes 26 de junio, tras haber estado cada día presentando su programa durante todo el confinamiento. La única vez que faltó a la cita con la audiencia fue un día que tuvo que guardar reposo por una afonía.
«Tengo que aclarar que es lo de todos los años. Yo tengo alergia y no me he empezado a tomar los antihistamínicos, voy a empezar hoy. Es que soy un desastre», confesaba aquel día.
La presentadora hace balance de este curso tan complicado para ella: «Con casi 40 años de profesión, esta ha sido la temporada más dura de mi vida profesional. A veces se me quebraba la voz».
«Cada día hemos contado las historias de los que sufrían y de los que lo superaban. Hemos estado a pie de calle, al lado de la gente; hemos ofrecido momentos de esperanza y hemos sido testigos del tesón y la generosidad de los sanitarios, los aplausos y la responsabilidad ciudadana», explica la periodista de ‘Mediaset’.
Además, la presentadora reconoce haber «compartido con los espectadores la impotencia y la rabia durante esta crisis sanitaria, aunque siempre he intentado ofrecer también el lado más humano de esta pandemia».
Ana Rosa Quintana asegura que han estado muy «preocupados por la salud de los compañeros y compartiendo el dolor de esas familias que estaban desconsoladas. Pero cuando se encendía la cámara yo estaba ahí tratando de sobreponerme a todas esas situaciones».
Con casi total seguridad, la presentadora se irá un tiempo a descansar a su casa de Sotogrande junto a su familia: «Yo lo único que quiero es ver el mar, con lo único que sueño es con ver el mar y me da igual que sea en el norte o el sur», confesó.
Este verano, Patricia Pardo será la sustituta de Ana Rosa, Joaquín Prat conducirá la mesa del corazón y Ana Terradillos llevara la sección de análisis y actualidad política.