Poco queda de esa joven que trabajaba como reportera de 'Socialité' los fines de semana. Ahora, Alexia Rivas es una mujer con una imagen diferente, y no solo a nivel televisivo, sino a nivel físico.
La fama de la joven estallaba en pleno confinamiento después de que su imagen apareciese en las pantallas de miles de españoles mientras estaba se encontraba en la casa de Alfonso Merlos, el que por aquel entonces era novio de una de las colaboradoras de la casa, Marta López.
A partir de este momento, Alexia Rivas daba la cara en su programa para explicar cuál era su relación con el colaborador. Poco después, la joven se despedía del programa al sentirse acosada psicológicamente por aquellos que movían los hilos de 'La fábrica de la tele', la productora del programa.
Desde entonces, en el único lugar donde la hemos podido ver ha sido en su cuenta de Instagram, donde hoy por hoy ejerce como influencer. Gracias a las fotografías que sube a sus redes sociales hemos podido ver su gran cambio físico, concretamente de su cara.
Y es que la joven se ha sometido a una gran cantidad de tratamientos estéticos que ella misma se ha encargado de revelar. La actual pareja de Alfonso Merlos confesaba que «tras tantos meses de estrés e incertidumbre veía su cara apagada y sin luz» y que por esa razón había decidido someterse a un tratamiento denominado «buena cara».
Tras este pequeño retoque, la joven decidía someterse a una infiltración de 'baby botox', a un cóctel de vitaminas y a la realización de un peeling para regenerar la piel. Gracias a estos tratamientos, Alexia Rivas ha ido cambiando de cara poco a poco.
Ahora, la joven luce una cara mucho más afinada que cuando trabajaba con María Patiño. Además de los tratamientos anteriormente mencionados, y según la opinión de varios expertos, la joven podría haberse sometido a un aumento de labios con infiltración de ácido hialurónico y a una infiltración de hidroxiapatita clácica en el rostro.
En total, la joven podría haberse gastado un total de 1.254 euros en tratamientos estéticos, algo que seguramente no sea real, ya que lo más seguro es que gran parte de los tratamientos realizados por esta hayan sido financiados a través de publicidad que ella misma realiza a través de su perfil de Instagram, donde ya cuenta con 133.000 seguidores.