Nuevo episodio violento en pleno directo en 'El Programa de Ana Rosa'. Su reportero catalán, Miquel Valls, y el cámara, Ismael, siempre a la caza de historias polémicas que los llevan a vivir situaciones de lo más tensas e incluso a llevarse algún golpe y no pocas broncas, vuelven a convertirse en protagonistas de unas imágenes poco agradables.
El equipo de Ana Rosa Quintana decidía personarse esta vez en la ciudad barcelonesa de Badalona, concretamente en el barrio del Gorg, conocido ahora en especial después de que quemara una nave industrial abandonada ocupada por cientos de inmigrantes, cuatro de los cuales perdieron la vida. El objetivo del reportaje era conocer la situación actual de los supervivientes de la tragedia que siguió todo el país y, en general, hacer público el conflicto que se vive en el barrio.
Los okupas continúan viviendo entre las cenizas y los escombros del edificio, que el Ayuntamiento de Badalona derribó tras el incendio. Por eso Telecinco decidía acercarse al que describe como un «campamento ilegal».
Los han «recibido a golpes», explicaban desde plató. Esta vez quien recibe es el operador de cámara para estar grabando las imágenes de los okupas, además de un vecino que intenta ayudar al equipo de Telecinco ante las amenazas, gritos y golpes de los que es testigo.
El vídeo de la agresión y el día siguiente, escoltados por la Urbana
«Avisa a la puta policía si quieres», le dice un okupa al operador de cámara de Telecinco tras golpearlo. «¿Pero qué haces? Me has pegado. Te denunciaré. Llama a la policía, por favor. Me has pegado, 'chaval'. Sí, sí, llamamos», dice Ismael mientras graba. Desde plató, le animan a llamar al 112.
La persona primera persona con la que se topan el cámara y Miquel Valls en la 'zona 0' del incendio llega en un visible estado de alteración, con un teléfono con el que grava los trabajadores de Mediaset. Pero pronto llegan refuerzos a gritos: los okupas que acabarán agrediendo al cámara. Llaman 'hijos de puta' varias veces y golpean el operador, aunque avisarles que llamará a la policía.
«Nos amenazan y nos agreden», explica Valls, periodista catalán, a Ana Rosa Quintana. Pero el cámara no es el único que recibe. Un vecino que decide grabar la escena para su constancia lleva también un puñetazo en la cara por parte de los okupas y acaba en el hospital. «He grabado porque he visto que le estaban amenazando y he recibido un puñetazo gratuito. No puedo pasar por aquí con mi niña porque tenemos miedo», lamenta.
A raíz de las continuas denuncias vecinales por robos, agresiones, tráfico de droga y suciedad, 'El Programa de Ana Rosa' acudía al barrio badalonés para ver qué pasa. «Han llegado a defecar en plena calle sólo para molestar», explica un vecino al reportero. Los vecinos, hartos de la situación, se plantean incluso abandonar su casa porque «nadie soluciona» una situación que, según dicen, está «al límite». A los vecinos no les molesta, incluso los beneficia que se dé voz al conflicto. Pero el reportero y el cámara de Telecinco no son bien recibidos para todos, tal como demuestran las imágenes.
«Esto se llama impunidad. Han perdido el respeto a las Fuerzas del Orden porque saben que no les pasará nada», acababa espetándole Ana Rosa desde plató. Tras los hechos, seis patrullas de la guardia Urbana de Barcelona acompañan el equipo de Telecinco en el lugar para que pueda terminar su trabajo con garantías y seguridad. Y los vecinos vuelven a mostrarse desesperados. «Esto es un bucle que va aumentando. Ellos no tienen techo y se quedan aquí. Entonces, ¿qué hacemos?», explica indignada una mujer al reportero. El problema, por ahora, parece no tener solución.