Rafa Nadal celebra un cumpleaños distinto, con emociones que superan cualquier título. Alejado del tenis profesional, vive un presente marcado por la familia. A su lado, siempre, Xisca Perelló, la mujer que ha estado junto a él desde los comienzos.
El manacorí sopla las velas con más motivos para sonreír que nunca. No solo está retirado con todos los honores posibles, sino que pronto será padre por segunda vez. Una etapa llena de calma, pero también de ilusión.
Una nueva vida lejos de las pistas
Este es su primer cumpleaños sin tenis: no hay partidos ni entrenamientos. Tampoco hay presión, Nadal se enfrenta a algo muy distinto: la paternidad en estado puro. Esta vez, podrá vivirla con otra mirada, más libre y más presente.
La noticia del segundo embarazo ha llegado cuando su vida deportiva ha quedado atrás. Su retirada fue anunciada en octubre de 2024, en un mensaje que emocionó a millones. En ese vídeo, sus palabras más sentidas fueron para Xisca: “Gracias por todo lo que has hecho. Has sido mi compañera de viaje perfecta”.
Juntos han formado una familia con base sólida: se conocieron en su juventud y llevan más de 19 años compartiendo camino. En 2019, sellaron su historia con una boda en Mallorca y tres años después, en 2022, llegó su primer hijo. Y ahora esperan con alegría al segundo.
Un homenaje inolvidable en París
Aunque ya no compite, Nadal sigue siendo protagonista. El homenaje que recibió en Roland Garros este año dejó imágenes que dieron la vuelta al mundo. En la pista Philippe Chatrier, donde ganó 14 veces, fue despedido como una leyenda viva del tenis.
Su familia estuvo allí, como siempre. Y su hijo bajó con él al suelo de tierra batida. Una escena cargada de simbolismo. Fue el cierre de una etapa gloriosa, iniciada dos décadas antes cuando, con solo 19 años, alzó su primer trofeo en París.
El deseo cumplido
En varias entrevistas, Nadal había confesado su deseo de ser padre después del retiro. Aunque la vida cambió el orden, él lo recibió con gratitud. En 2020 ya decía: “Me encantaría ser padre. Siempre pensé en serlo cuando me retirara”.
Y aunque la paternidad llegó antes, lo ha vivido intensamente. Hace poco explicaba cómo le ha transformado esta nueva faceta: “Volver a casa y verle te cambia el humor”. Asegura que, aunque ha perdido partidos o se ha lesionado, tener a su hijo lo ha mantenido con energía.
Un proyecto de vida más allá del deporte
Rafa Nadal ha ganado casi todo dentro del tenis. Pero ahora, su mayor proyecto es otro. Se centra en su hogar, en su gente, y en el nuevo bebé que está por venir. Ya no busca títulos ni récords, solo momentos que antes eran imposibles por la exigencia de su carrera.
Esta semana, marcada por su cumpleaños y la tranquilidad familiar, representa el mejor resumen de esta nueva etapa. Nadal no solo cambia de rutina. Cambia de rumbo. Y junto a Xisca, con quien ha compartido triunfos y derrotas, construye un presente distinto.
Un presente más pausado, pero igual de intenso. Porque aunque los focos ya no estén sobre la pista, su historia sigue escribiéndose. Ahora con nuevas prioridades y, sobre todo, con mucho por celebrar.