Durante años, Iñaki Urdangarin ha optado por mantener un perfil bajo ante los medios. Especialmente tras su separación de la infanta Cristina y su paso por prisión. Sin embargo, a pesar de tener una nueva vida lejos de los focos, ha decidido hablar.
Lo ha hecho en una entrevista en la que se ha mostrado más sincero que nunca. En ella ha compartido detalles sobre su presente y sobre su familia. Pero lo que más ha llamado la atención ha sido lo que ha contado sobre su hijo, Pablo Urdangarin.

Iñaki Urdangarin rompe el silencio sobre su papel como padre y mentor
A sus 57 años, Iñaki Urdangarin ha emprendido una etapa tranquila junto a su actual pareja, Ainhoa Armentia. Reside en Vitoria, donde se ha reinventado profesionalmente como coach deportivo y personal. Y desde allí sigue de cerca la evolución de Pablo Urdangarin, su segundo hijo.
En la entrevista, publicada en La Vanguardia, el exduque de Palma ha dejado claro que está muy presente en la vida de Pablo Urdangarin. Él ha explicado que asesora constantemente a su hijo en su carrera como jugador de balonmano. Y ha hecho oficial los tres consejos clave que siempre le ha dado.
“Soy muy pesado con mi hijo, pero él es fantástico, porque escucha”, ha afirmado. Este vínculo, según relata, se ha fortalecido con los años. Especialmente desde que Pablo decidió seguir sus pasos como deportista.

Las tres claves que Iñaki Urdangarin ha transmitido a su hijo
En la entrevista, el exduque ha detallado con claridad las pautas que ha inculcado a Pablo. La primera es la humildad, como valor esencial para progresar sin caer en la soberbia. “Si te crees algo hoy, mañana no eres nada”, ha afirmado.
La segunda pauta es la actitud. Iñaki asegura que un jugador necesita tener mentalidad de guerrero en la pista. No basta con el talento si no hay compromiso y entrega total.
Y la tercera es la gestión emocional. Ha enseñado a su hijo a no perder el rumbo ni tras las victorias ni tras las derrotas. Ambas situaciones, sostiene, son oportunidades para empezar de nuevo y aprender.
Estos principios han sido fundamentales para el crecimiento de Pablo. El joven, que milita en el equipo del Granollers, ya es una de sus piezas clave. Y lo es no solo por su capacidad deportiva, sino por su madurez y disciplina.

La conexión entre padre e hijo marca una nueva etapa para ambos
Aunque Iñaki mantiene contacto con todos sus hijos, es con Pablo con quien comparte más afinidades. El deporte y la forma de entender la vida les ha unido mutuamente.
Esta revelación pública de Iñaki supone un cambio de imagen. Tras años marcados por el escándalo y el silencio, hoy se muestra cercano y humano. Su testimonio como padre comprometido da otra dimensión a su figura pública.
Pablo sigue ganando protagonismo por méritos propios. Con solo 23 años, ha demostrado carácter, constancia y determinación. Y ahora, sabemos que parte de ese éxito tiene un origen muy claro: los valores transmitidos por su padre.