El 24 de julio de 1990, María Dolores Sánchez Moya desapareció sin dejar rastro en Medina del Campo, en Valladolid. Tenía solo 21 años, y su desaparición fue un misterio hasta que sus hermanas hallaron un baúl lleno de cartas. Creen que en ellas se encuentra la explicación de lo que le ocurrió.
Días después de la misteriosa desaparición de María Dolores (Mary para la familia), sus hermanas Jesusa y Teresa descubrieron algo inquietante. Buscaban entre sus pertenencias cualquier objeto que ayudara a encontrarla. Y de repente, aparecieron unas cartas que había escrito poco antes.
Entre los escritos había una carta que llamaba poderosamente la atención. La escribió el 19 de julio, cinco días antes de que se le perdiera la pista, al chico con el que acababa de romper. En la hoja de cuadraditos escrita por las dos caras se podían leer frases que hacían temer lo peor.
"Yo no sé qué tal lo pasarás sin mí, yo te aseguro que no sé cuánto voy a poder vivir sin ti", escribía la joven. Tenía la esperanza de que su novio cambiara y pudieran volver a estar juntos. "Espero que vuelvas a mí con algún cambio, me gustaría muchísimo, te quiero", dice el texto.
Pero la frase más impactante viene a continuación: "Luego llegó un día y me pegaste". En la carta no se pueden leer más detalles, pero desliza los malos tratos como causa de la separación. "Te quiero demasiado pero haces mucho daño, yo voy a llorar mucho por ti, no tarde en volver a mis brazos".
En otra carta, Mary hablaba de forma inquietante: "Me gustaría pedirte sólo un par de favores, el primero es que cada 1 de agosto me mandes una flor blanca, el segundo es que todos los dos de enero me mandes una flor roja. Si lo hicieras me complacerías mucho".
Un tipo controlador, celoso y violento
Sus hermanas creen que Mary quería quitarse la vida y por eso pedía que le llevaran flores. Jesusa se citó con el último novio de su hermana y este le reconoció que la pegaba: "A veces se lo merecía". También le contó que escribió la carta cuando fueron a abortar, porque tenía miedo que le pasara algo.
Según dijo, no tiene ni idea de dónde está Mary y niega tener nada que ver con su desaparición. La chica se quedó embarazada en enero de 1988, pero su familia no se enteró del aborto hasta un tiempo después. Meses después escribió una carta de despedida para su chico y se marchó para siempre.
María Dolores tiene una placa dedicada en el Paseo de las Personas Desaparecidas de Albuidete (Murcia). En la placa se puede una frase significativa, escogida por su propia familia: "Lo único raro en su vida era su pareja, un tipo controlador, celos y violento a la que dejó un par de días antes".
En la dedicatoria se puede leer también una promesa: "No pararemos hasta encontrarla y saber qué pasó". Desde su desaparición, no han dejado de indagar para saber qué sucedió y quién puede estar detrás de todo. Esto les ha llevado a reconstruir las últimas horas de su hermana.
La misteriosa desaparición de Mary
Mary procedía de una familia humilde de nueve hermanos, y ella era la séptima. Su padre Mariano era obrero metalúrgico y tuvo que jubilarse antes de los 50 por un accidente. Dos de sus hermanos cayeron en la drogadicción, mientras que el resto, incluida ella, empezaron a trabajar muy jóvenes.
Mary entró a trabajar como asistenta en un casa de Valladolid, y cada día cogía el tren de las 08:45 en Medina del Campo. Siempre quedaba con dos amigas del pueblo que hacían el mismo trayecto. Pero la mañana del 24 de julio de 1990, Mary no apareció, y aquella noche no se presentó a casa.
Las amigas y la madre dieron por hecho que Mary había desaparecido la mañana del 24, durante el trayecto que va desde su casa hasta la estación. Pero a su hermana, Jesusa, algo no le cuadraba. El camino era corto y sencillo, y era poco probable que le hubiera pasado algo.
Sobre la hipótesis de que había desaparecido el día 23, intentó reconstruir sus últimos movimientos. Ese día estuvo cosidendo con sus dos amigas después de salir del trabajo, vieron una película de miedo y volvió a casa sobre las 23:30. Esa fue la última vez que vieron a Mary con vida.
La hipótesis de lo que ocurrió
"Yo creo que la dejaron en el túnel y que él estaba con el coche esperándola, porque ya nadie la vio en el barrio y había mucha gente en la calle", afirma su hermana. El joven nunca más preguntó por Mary, y el hecho de que hubiera violencia de género le situaba como sospechoso. Además, mintió a la policía.
Dijo que ella le había llamado y que estaba en casa de un hermano suyo, Santi. Pero este aseguraba no haber visto a su hermana aquel día, y desde entonces el chico se negó a hablar con nadie de la familia. La madre de Mary murió seis años después, sin saber qué le había pasado a su hija.
Durante todos estos años, sus hermanas han removido cielo y tierra para saber qué le pasó a Mary. Pero todo ha sido en vano, y a fecha de hoy su desaparición sigue sin respusta. "Según pasa el tiempo duele más, porque te vas dando cuenta de que te vas a ir sin saber", dice su hermana.