Calle vacía durante el toque de queda por el coronavirus

El toque de queda podría volver a Cataluña en los próximos días

La Generalitat ha pedido analizar el auto judicial que autorizó la norma en la Comunidad Valenciana

La Generalitat de Cataluña sigue barajando nuevas medidas para contener la quinta ola de la pandemia de COVID-19. Ayer mismo, 12 de julio, se anunció el cierre de toda la actividad a partir de las 00:30. Hace una semana, el ocio nocturno bajó sus persianas durante dos semanas a pesar de que solo llevaba 15 días abierto. 

Pero estas decisiones no están siendo suficientes para frenar la explosión de casos que se está viviendo. La región lleva casi una semana sumando los casos diariamente de 8 000 en 8 000, un récord en toda la pandemia. 

De hecho, en ninguna otra zona de Europa los contagios están creciendo a este ritmo, ni siquiera en Reino Unido. Ante esta situación, las autoridades catalanas ya están pensando en nuevas restricciones para el grueso de la población. 

La próxima que podría llegar es el toque de queda, descartado en un primer momento, pero que ahora vuelve a estar sobre la mesa. La razón es que la Justicia ha autorizado la norma en la Comunidad Valenciana, donde la incidencia es todavía mucho menor a la catalana. 

Restricciones 'a la valenciana'

Comparativamente, el lunes Cataluña tenía una incidencia acumulada de 725,59 casos por cada 100.000 habitantes en dos semanas. En la Comunidad Valenciana, esta cifra era de 357.

Y lo peor es que la región catalana no pudo actualizar sus datos por problemas técnicos. Esto significa que esa incidencia es la misma notificada el viernes, tres días antes. Por lo tanto, el dato a día de hoy será mucho mayor. 

Por esta razón, la Generalitat cree que deben pedir un toque de queda similar al de los valencianos. Es decir, en los municipios más afectados por los brotes y en un horario reducido. 

Las autoridades han ordenado a los servicios jurídicos que estudien el auto judicial que autorizó la norma. La idea es preparar un informe jurídico completo que garantice que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) también apruebe la normativa. 

Así lo ha explicado la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, en una rueda de prensa. Se espera que el informe pueda estar listo entre hoy y mañana, así que podría ser la próxima restricción que Cataluña decrete estos días. 

En la Comunidad Valenciana, el toque de queda se aplicará en los 32 municipios de más de 5.000 habitantes en peor situación. Entre ellos se encuentran ciudades grandes e incluso la capital, Valencia, por lo que la medida afectará a más de un millón de personas. 

En estas zonas, pues, estará prohibido salir a la calle entre las 01:00 y las 06:00 durante las próximas dos semanas. A partir de ahí, la Generalitat valenciana deberá pedir prórrogas que deberán ser autorizadas por el Tribunal Superior de Justicia. 

Cabe recordar que, sin el estado de alarma, las comunidades no tienen plena libertad para restringir y tomar nuevas medidas. Las que afecten a los derechos fundamentales recogidos en la Constitución, como las reuniones de personas, deben ser autorizadas por un juez. 

De hecho, el tribunal valenciano autorizó también que no puedan superarse las diez personas en las reuniones sociales. Esta medida ya fue aprobada también en Cataluña, que ha encontrado en su vecina un espejo donde mirarse a la hora de imponer restricciones. 

Cataluña vive su peor ola

Al margen de la primera ola de la pandemia, Cataluña está viviendo actualmente los peores datos de la pandemia. El crecimiento de casos ha batido varios récords nunca antes alcanzados. 

Entre ellos, los 8.000 casos diarios notificados, una cifra que se ha superado varias veces en la última semana. La Generalitat tuvo que suspender las pruebas diagnósticas a contactos estrechos y asintomáticos de positivos por la avalancha de casos.

Esto hace que seguramente se esté contagiando más gente de la que los datos indican. La buena noticia es que en los últimos días se han observado ligeros descensos en algunos indicadores.

Este martes, el riesgo de rebrote ha bajado ligeramente y se coloca en 1 399 puntos. Sigue siendo una cifra superior a las vistas en la segunda, la tercera y la cuarta ola, pero indica cierto cambio de tendencia. 

La velocidad de transmisión del virus también baja, desde 1,93 hasta 1,54. Y ya está muy lejos de los casi 4 puntos que marcaba hace una semana. 

Crecen las hospitalizaciones

En cambio, la mala noticia es que estos contagios empiezan a notarse en los hospitales. Actualmente hay 209 personas ingresadas en la UCI, una cifra que empieza a preocupar porque hace una semana eran 109, menos de la mitad.

En los hospitales catalanes ya hay 1.296 personas ingresadas, cuando hace una semana eran 621, la mitad. Según fuentes sanitarias, la mayoría de ingresos se dan en personas mayores de 40 años que no han recibido la pauta completa de vacunación. 

A pesar de eso, aproximadamente un 25 % de las hospitalizaciones ya son entre menores de 40 y sin vacunar.

Aunque esta quinta ola no está saturando los hospitales, sí que tiene a la Atención Primaria al borde de colapso. La mayoría de casos notificados son asintomáticos o con síntomas leves, por lo que aumenta la carga de trabajo de estos centros.

Además, es precisamente el personal de la Atención Primaria quien se está encargando la vacunación. Este hecho hace que este sector sanitario esté completamente saturado. El miedo ahora es que la avalancha de casos haga que se ralentice la campaña de vacunación.