Tanya, de 36 años y, Abdul, de 47, saltaron a los titulares a comienzos de semana por un escabroso suceso. La mujer de origen bengalí le cortó a su jefe el pene alegando que había intentado forzarla sexualmente. Pero tras una investigación inicial, la policía considera que esta versión no hay por dónde cogerla.
Al parecer, cuando Tanya denunció los hechos en comisaría, se le olvidó mencionar que su jefe y ella mantenían una relación sentimental. La pareja había llegado a Sant Andreu de la Barca buscando un futuro mejor lejos de su país.
Pero la madrugada del lunes, Tanya fue detenida después de que Abdul, su jefe y novio, denunciase que le había cortado el pene. La mujer aseguró entonces que él quería abusar de ella y que ya lo había hecho antes. Pero como obvió la relación sentimental que mantenían, los Mossos ahora dudan de su versión.
A los protagonistas se les olvidó mencionar cuál era su relación
Tras indagar en lo ocurrido, los Mossos d’Esquadra han explicado al magistrado de guardia que la versión de la mujer bengalí no se sostiene. Por ello, Tanya ha pasado a disposición judicial y deberá ingresar en prisión provisional y sin fianza.
Según ‘ElCaso.com’, las averiguaciones realizadas por la Unidad de Investigación de la comisaría de Martorell no cuadran con lo que contó la mujer al principio.
Además, ni los testigos recogidos por las autoridades ni los vídeos de las cámaras de seguridad avalan la versión inicial.
Los protagonistas de esta escabrosa historia en ningún momento mencionaron que fueran pareja. Sin embargo, los vecinos del local que regentaban han revelado que eran novios y aparentemente se llevaban bien. De la barra hacia afuera eran dos personas de trato agradable, aunque cada una con su genio particular.
De hecho, según los clientes más fieles, la mujer ejercía de dueña y se encargaba de decidir si era necesario contratar a más personal.
La versión que contó a la policía la mujer
La mujer aseguró a las autoridades que su jefe le había obligado a mantener relaciones sexuales con él. Al parecer esta no era la primera vez que ocurría.
Tanya llevaba ocho meses trabajando en el bar ‘El Sibarita de la Barca’. Harta de que Abdul abusara, supuestamente, de ella, decidió ponerle fin a la situación y amputarle el pene por completo.
La mujer cogió un cuchillo de cocina de grandes dimensiones cuando supuestamente se sintió atacada y le seccionó el pene.
Tras el escabroso suceso, el hombre se personó en la comisaría de la Policía Local desangrándose para contar lo que había sucedido minutos antes. Allí se le derivó al Hospital de Bellvitge para que fuese inspeccionado por los médicos.
Después de que los doctores le examinaran, el hombre tuvo que ser operado de urgencia para que le reconstruyeran el miembro.
Detrás de él entró la mujer en la comisaría. Desde el primer momento, ella señaló que la amputación fue la reacción para oponerse a la violación de su jefe.
Los Mossos d'Esquadra se hicieron cargo del caso rápidamente e iniciaron la investigación pertinente por un posible delito de lesiones graves con instrumento peligroso.
La mujer debe ingresar en prisión sin fianza
Fuentes policiales han explicado a ‘ElCaso.com’ que las investigaciones sobre este complicado caso todavía están en el principio. Por eso habrá que seguir indagando para aclarar qué sucedió en el bar.
Las autoridades quieren averiguar si, independientemente de los hechos acontecidos el lunes, el hombre agredió o abusó sexualmente de su compañera de trabajo con anterioridad.
El juzgado de instrucción número 3 de Martorell solo ha resuelto sobre la situación personal de la detenida. Por ahora, se ha ordenado el ingreso en prisión de la agresora.
Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, la investigación completa del caso la seguirá el juzgado de instrucción número 2 de Martorell.
Por el momento, Abdul no consta ni como detenido ni tampoco como investigado por ningún cargo.