Poco a poco se conocen más detalles sobre el caso que hace semanas que tiene a toda España en vilo. Un caso que conmocionó al país especialmente el pasado jueves, cuando se halló el cadáver de una de las niñas desaparecidas. Nos referimos, claro está, al caso de las canarias Anna y Olivia —la menor cuyo cuerpo se halló el jueves—, desaparecidas desde el 27 de abril con su padre, Tomás Gimeno.
Este lunes, 14 de junio, ha transcendido parte del contenido del auto judicial de este caso. Allí queda claro que Tomás buscaba dañar al máximo a Beatriz Zimmermann, su expareja y madre de sus hijas. Y emprendió un plan para matar y hacer desaparecer los cuerpos de Anna y Olivia, y a la vez simular su salida de España.
Señalan a la actual pareja de Tomás Gimeno
El auto en cuestión señala que Tomás entregó su moto a un amigo, y sus perros y sus tarjetas de crédito a sus padres. Pero además hizo otra cosa: entregó una caja a su actual pareja a la que indicó que no podía abrirla hasta la madrugada de ese día, el pasado 27 de abril. La novia actual de Tomás Gimeno es la directora de una academia de idiomas en Tenerife donde Olivia estudiaba alemán.
Pero su pareja no esperó a la madrugada y se saltó la condición impuesta por Tomás. Dentro de la caja había un sobre con 5.000 euros en metálico y además, incluía una carta donde explicaba su intención de abandonar España con Anna y Olivia. Tomás dejaba claro que pensaba desaparecer con sus hijas para maximizar el sufrimiento de Beatriz Zimmermann.
Y ahí está el 'quid' de la cuestión: habiendo leído la carta donde se relataban sus intenciones, la novia de Tomás no denunció nada. Tan solo habló por teléfono con su pareja e intentó convencerle de que desistiera de sus intenciones, pero ello no dio frutos. La investigación señala la posible conducta ilícita de la pareja de Tomás al no denunciar las intenciones que le había anunciado su pareja.
Un fatal desenlace: la aparición del cadáver de Olivia
La Justicia podría decide investigar a la pareja de Tomás Gimeno por algún tipo de delito en su actuación: sabía que no iba a devolver a las niñas y no lo denunció. Pero lo que está claro es que, poco rato después de hablar con ella, Tomás Gimeno emprendió su macabro plan que deberá confirmarse con las evidencias que se encuentren esta semana. Esa madrugada, se perdió para siempre la señal del teléfono móvil de Tomás y se presume que fue cuando él se lanzó al mar.
Aquella tarde, había recogido a Anna y a Olivia de casa de sus padres y las llevó a la finca La Candelaria, de su propiedad. Se cree que allí acabó con su vida, las metió en bolsas de deporte y se fue a su embarcación. Previamente, a primera hora de la tarde, ya había estado preparando la barca.
Pasadas las 21.30 horas de ese nefasto 27 de abril, Tomás Gimeno zarpó tras hacer tres viajes cargando objetos del coche al barco. A tres millas de la costa se desprendió de las bolsas de deporte y volvió a puerto hacia las 22.30 horas de esa misma noche. Fue a comprar tabaco y un cargador para su teléfono móvil y salió a navegar por segunda vez hacia un rumbo diferente al anterior.
Las investigaciones apuntan a que se quitó la vida mar adentro, pero esto no va a poder confirmarse del todo hasta que aparezca su cadáver. De no ser así, la posibilidad de que Tomás Gimeno se halle en otro país, fugado, no podrá descartarse del todo.