Salvador Illa ha sido el foco de muchas críticas en los últimos días por cómo se ha producido el reparto de las primeras dosis de la vacuna de Pfizer contra el Covid-19 que han llegado a España.
El pasado sábado llegaron las primeras dosis para que, el domingo, unos pocos españoles dieran el pistoletazo de salida a la campaña de vacunación, que se alargará durante gran parte del 2021.
Como ya se informó previamente, cuando se anunció cómo sería esta campaña de vacunación, las primeras dosis, así como la remesa de 350.000 dosis más que ha llegado este martes a nuestro país, se han repartido entre las diferentes comunidades autónomas, que son las que gestionarán el grueso de su distribución a la población.
Para esa repartición, Sanidad utilizó criterios en función de la población de riesgo prioritaria para esta primera fase de vacuna, es decir, personas mayores residentes en centros sociosanitarios y el personal que les atiende en ellos. Es decir, mientras más población de este grupo tiene una autonomía, más dosis recibirá, proporcionalmente.
Pero algunas regiones, especialmente Madrid, no han visto con buenos ojos ese reparto. Isabel Díaz Ayuso, azote del Gobierno durante toda la pandemia, ha vuelto a salir a la palestra para decir que se trata de un mal reparto y que Madrid, de nuevo, vuelve a salir perjudicada.
Salvador Illa ha querido responder a las provocaciones de Ayuso alegando que ningún consejero de Sanidad, ni siquiera el de Madrid, se ha quejado en ningún momento de este reparto, que se organizó en el Consejo Interterritorial de Salud, como la mayoría de gestiones relacionadas con la pandemia. Illa ha defendido que el reparto se está haciendo con criterios de equidad y que «este tipo de comentarios que hacen otras formaciones políticas, prefiero no entrar a comentarlos y calificarlos».
El ministro ha continuado explicando que «el esfuerzo de vacunación que está haciendo todo Europa y el país ofrece un rayo de esperanza, e intentar hacer una disputada política de este asunto me parece fuera de lugar y no voy a entrar». Illa tiene claro que el enemigo en esta pandemia sigue siendo el virus y ha destacado que eso hace tiempo que quedó claro en las reuniones del Consejo Interterritorial, donde predomina un clima «constructivo», con aportaciones de «mucha complicidad» por parte de las autonomías y una relación «muy fluida».
Según ha explicado, en el último encuentro del Consejo, que es el lugar donde hacer aportaciones e intentar acordar, de forma conjunta, las actuaciones que se llevan a cabo en la lucha contra la pandemia, ningún consejero, ni siquiera el de Madrid, se quejó del reparto de vacunas.
Además, Illa ha recordado que España compró más de 80 millones de vacunas que servirán para inmunizar al doble de la población de todo el país, precisamente para garantizar que las vacunas lleguen a todo el mundo.
Illa valora el aumento de casos y las Navidades
Otro de los temas de los últimos días ha sido la cepa británica del coronavirus, que ya está en España y que incluso se han detectado casos de transmisión local en Andalucía. Illa ha reiterado que no hay constancia de que la cepa británica haya sido la causante del aumento de casos en España durante las últimas semanas, pero ha pedido cautela y prudencia a la población para las celebraciones que todavía quedan por delante, como Nochevieja.
Illa se ha mostrado partidario de celebrar el final de este año, el 2020, que es uno de los más duros que se recuerdan; y anticipar la llegada del 2021, que debe traer esperanzas para acabar con la pandemia, o por lo menos controlarla, y empezar a recuperar la normalidad.
Aun así, el ministro ha pedido que se celebre con prudencia y de forma distinta a otros años, «moviéndonos lo menos posible» para evitar una tercera ola o, por lo menos, minimizarla lo máximo posible. Cabe destacar que España empezó diciembre con una ligera subida de casos después del descenso generalizado de noviembre, y que las fiestas han llegado en mitad de esa escalada.
De momento se desconoce cuál es el efecto real de las reuniones familiares y sociales de Navidad en la evolución de la pandemia, por lo que las autoridades siguen pidiendo reducir los riesgos al máximo posible para no tener que pasar por un mes de enero muy complicado a nivel sanitario.