El Gobierno de Aragón ha ordenado este jueves, 16 de julio, el sacrificio obligatorio de la totalidad de los visones de una explotación de La Puebla de Valverde, en la provincia de Teruel.
En total se sacrificarán 92.700 ejemplares de visones después de que hayan aumentado los contagios entre los animales en los cuatro test realizados desde mayo, en una decisión que el mismo gobierno ha catalogado como «drástica».
La decisión, basada en la Ley Nacional de Sanidad Animal, se tomó anoche por parte de las administraciones involucradas, ha informado en rueda de prensa el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Joaquín Olona, quien ha explicado que la Dirección General de Calidad y Sanidad Alimentaria ya procedió a la «inmovilización cautelar» de la granja, de la empresa Secapiel, el 22 de mayo cuando 7 de sus trabajadores dieron positivo por covid-19 y que ya están «sanos».
El consejero ha insistido en que «no se puede trasladar ninguna certeza» sobre si ha habido o no transmisión de personas a animales o viceversa y que es precisamente el «elevado grado de incertidumbre» existente el que ha llevado a tomar esta «drástica decisión», que ha sido comunicada hoy a la empresa, que ha mostrado su colaboración y a quien ha agradecido su «responsabilidad».
Se ha detectado transmisión masiva en la granja
Joaquín Olona ha asegurado en rueda de prensa que, aunque «no hay motivo para generar alarma», sí que se había detectado una transmisión masiva de coronavirus en la granja, donde ha habido varios empleados que han dado positivo además de los animales.
Se desconoce si ha habido un cruce de contagios entre los animales y las personas, pero ante la duda, han decidido no arriesgar y sacrificar a todos los animales. «Tenemos que eliminar cualquier riesgo, porque a falta de certeza, no tenemos la seguridad de que no se vaya a producir una transmisión desde ese reservorio», ha asegurado ante los medios.
El visón es el único animal, por lo que se sabe hasta la fecha, que puede tener Covid, según ha informado Olona. De momento, en Aragón los animales no han mostrado ningún signo, ni patológico ni clínico, pero sí ha quedado demostrado que hay animales que han contraído la enfermedad, además de siete trabajadores de la granja.
El consejero de Agricultura ha admitido que un sacrificio masivo de esta envergadura requerirá un dispositivo complejo y delicado, ya que hay que evitar que el sacrificio de los animales y su posterior eliminación no se conviertan en un riesgo de contagio en sí mismo.