El virus continúa dejando trágicas historias en distintos puntos de España. En esta ocasión el patógeno nos lleva hasta Galicia, donde Rubén, un armador de Carballo, en A Coruña, falleció ante los ojos de los sanitarios que disponían a hacerle una PCR.
El patrón del barco, Lúa Nova de Malpica, con base en el puerto de la misma localidad, falleció en la Clínica Bergantiños de Carballo. Acudió a la misma para realizar el test que confirmara la enfermedad, y durante la espera, comenzó a sentirse mal para fallecer en el centro hospitalario. A posteriori se procedió al levantamiento del cadáver y a la realización de la autopsia.
La muerte del marinero ha causado gran conmoción en Malpica, donde una gran parte de los familiares se dedican a la misma profesión. Rubén había cumplido ayer mismo su jornada laboral como realizaba de costumbre en su embarcación, dedicada en la actualidad a faenar en la captura del pulpo. Según reconocen conocidos y compañeros de trabajo era una persona que estaba bien de salud.
Una muerte súbita
Los hechos ocurrieron a las 19:30 del lunes en la tercera planta del mencionado centro clínico. Aquellos que se encontraban presentes no pudieron hacer nada por la vida de Rubén, que se desplomó en el momento, y según aseguran no había nada que se pudiera hacer por su vida.
La situación provocó la llamada de los asistentes a los servicios de emergencia, que se presentaron con una unidad del 061, la Policía Local de Carballo y la correspondiente autoridad judicial. Esta última ordenó el levantamiento del cadáver y su posterior traslado para realizar la autopsia por la que se pueda determinar la causa de la muerte de Rubén.
Malpica, la localidad en la que vivía el hombre de 42 años sufre en estos momentos por la dramática situación que se vivió. Además de su pasión por el rock, el marinero ya había ocupado las portadas de los medios por su labor de salvamento con los tripulantes de la embarcación Siempre Diana.
Covid y las cardiopatías
Expertos en materia sobre el patógeno comparten que el virus puede atacar directamente las células del corazón, y acabar con la vida de un afectado en cuestión de minutos. En palabras de Julián Pérez-Villacastín, presidente de la Sociedad Española de Cardiología, se explica que además del Covid, otros virus causantes de la gripe o alguna gastroenteritis pueden afectar directamente al corazón.
Asegura que son «muy raros, muy escasos, y creemos que probablemente sea una susceptibilidad individual ante este tipo de infecciones víricas». Esta información también la recogen científicos estadounidenses que considera que la proteína del coronavirus forma una estructura de múltiples núcleos, y que es esa mutación genética es la que causa arritmia al interrumpir la conducción eléctrica del corazón.
Pérez-Villacastín plantea la afectación directa del corazón como una batalla entre el virus y el sistema defensivo del organismo, en el que la destrucción de células del órgano motor del cuerpo es un daño colateral. Una vez un virus consigue entrar en un órgano, como por ejemplo el corazón, se replica cuanto puede sobre sus células para crear genoma, lo que ocasiona una serie de complicaciones.
El organismo detecta una expansión importante del virus, los linfocitos pretenden eliminarlo y en esa batalla inmune se destruyen células cardíacas y conexiones celulares. El experto menciona que al producirse esta eliminación, los impulsos de contracción del músculo no funcionan como deberían. Es decir, el corazón funciona de forma arrítmica lo que causa la falta de riego sanguíneo por todo el cuerpo.
Estos estudios se suman a los que investigan los daños cardiovasculares que el patógeno puede causar en diferentes puntos del organismo. Como corazón, venas o arterias, y son varios los que han reportado afectaciones graves, incluso la muerte como en el caso de Rubén, por los efectos del Covid.