La Monarquía española ha experimentado en los últimos años un incesante declive en su popularidad, por los recientes escándalos que han sacudido al Palacio de la Zarzuela.
Según asegura la revista 'Más' en su portada, la reina emérita doña Sofía está muy decepcionada con don Juan Carlos, ya que ha perjudicado con sus actuaciones los logros de la monarquía en las últimas cuatro décadas.
En los últimos años, el cariño profesado por muchos españoles hacia el exmonarca ha sido puesto en entredicho. La Fiscalía del Tribunal Supremo está investigando las comisiones irregulares presuntamente percibidas por don Juan Carlos de Borbón en la construcción del Ave a La Meca.
Dicha investigación podría poner en juego el futuro de la Institución, y sobre todo, la imagen que muchos ciudadanos han tenido del que fuese Jefe de Estado durante casi cuarenta años.
La relación entre don Juan Carlos y doña Sofía se ha deteriorado considerablemente por la actitud y los escándalos del padre de Felipe VI. 2012 marcó la caída en picado de la popularidad del Borbón.
En abril de ese mismo año, el rey emérito sufrió una aparatosa caída que destapó una escapada privada a Botsuana, donde estuvo cazando elefantes.
La polémica que rodeó a la corona fue tremenda, porque en la imagen publicada por la compañía organizadora de dicho safari, la ciudadanía fue conocedora del modo de vida despreocupado y a todo lujo que llevaba el Jefe del Estado, en un momento crítico para España, en plena crisis económica.
El tropiezo de don Juan Carlos en el continente africano abrió el 'cordón sanitario' al que había sido sometido la prensa durante décadas. Por primera vez, los medios destaparon la incómoda realidad del Rey. Con ello, se destapó la cercana amistad con la empresaria alemana Corinna Larsenn.
El entonces rey tuvo que pedir disculpas públicas. «Lo siento mucho, no volverá a ocurrir», fueron sus palabras. En el accidente de Botsuana, donde Juan Carlos de Borbón se fracturó la cadera, no estaba la reina emérita.
Doña Sofía ha soportado durante años constantes rumores de infidelidad por parte de su marido. Sin embargo, la progenitora de Felipe VI ha optado por mantener la discreción y serenidad que siempre le ha caracterizado.
La sociedad se posicionó a favor de la entonces reina, por el difícil papel que ha tenido que asumir a lo largo del reinado de su marido.
Las disculpas públicas de don Juan Carlos no fueron suficientes. Dos años más tarde, el exmonarca se vio obligado a abdicar para que su hijo Felipe y su esposa Letizia fueran los encargados de renovar la imagen de la Institución.
Las sociedades opacas del rey Juan Carlos
Los rumores de infidelidad de don Juan Carlos a doña Sofía no cesaron tras desvelarse la identidad de Corinna. Otros nombres de mujeres saltaron a la luz pública y con ellos los rumores de crisis del matrimonio.
Durante muchos meses, el distanciamiento de la pareja fue evidente. El rey emérito asistía a los actos públicos acompañado por su hija, la infanta Elena, en lugar de su esposa, doña Sofía de Grecia y Dinamarca.
No obstante, en julio del año pasado, la reina consorte Sofía apareció junto a su marido en las regatas de Sanxenxo. En las imágenes, mostraron unidad y reconciliación.
Doña Sofía parecía haber dado una segunda oportunidad al padre de sus tres hijos, pero lamentablemente, nuevos y desagradables acontecimientos han vuelto a dañar la imagen de don Juan Carlos.
El diario inglés 'The Telegraph' aseguró que podía demostrar que Felipe VI figuraba como beneficiario de dos fundaciones pertenecientes a su padre, don Juan Carlos, investigadas por presuntos delitos de blanqueo de capitales.
Después de estas informaciones, Felipe de Borbón hizo pública su decisión de apartar definitivamente a su padre de la Corona. Para ello, la Casa Real privaba a Juan Carlos de Borbón de su asignación económica y el rey Felipe VI renunciaba a la herencia de su padre.
Frente a esta situación, el actual monarca siente verdadera tristeza al ver la incómoda situación de su madre, la reina emérita.