Los españoles asistieron este mes de julio a una nueva subida de la luz, hasta un 35% más que el año anterior. El día 21 se alcanzó el precio medio más alto de la historia, con 106 euros el megavatio por hora (MWh). Los consumidores pusieron el grito en el cielo.
Las asociaciones de consumidores apuntan hacia al Gobierno, a quien critican por su pasividad ante los abusos. El encarecimiento de la electricidad llega en un contexto de crisis generalizada. Las familias cada vez tienen más problemas para pagar la luz, y piden medidas urgentes.
Para los hogares más vulnerables existe el Bono Social de Electricidad, que rebaja el precio de la luz entre un 25% y un 40%. Esta ayuda va destinada a las personas en riesgo de pobreza energética. Es una prestación del Gobierno, pero gestionada por las empresas suministradoras.
Requisitos básicos para solicitarlo
Por lo tanto, los solicitantes del subsidio no lo piden al ministerio de Transición Ecológica o al de Consumo, sino a la empresa comercializadora. Esta tiene la obligación de ofrecerlo y financiarlo. Para ello hay que cumplir una serie de requisitos básicos.
- Tener una potencia contratada de hasta 10 kW
- Haber contratado la tarifa de Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC)
- Ser el titular del contrato
- Solo para viviendas habituales, nunca segundas residencias
De modo general, se establecen varios perfiles de personas que pueden pedir la ayuda. Los solicitantes se clasifican en vulnerables, vulnerables severos o en riesgo de exclusión social, desempleados o afectados por ERTE, y autónomos. La rebaja depende del grupo.
- Consumidor vulnerable: hasta el 25%
- Vulnerables severos: hasta el 40%
- En riesgo de exclusión social: factura gratuita
Los beneficiarios de esta ayuda pueden recibir también el Bono Térmico. Se trata de una ayuda que varía en función de la zona climática donde se encuentra el domicilio. Va desde los 25 euros hasta un 60% más, en función de las características del beneficiario.
Beneficios del Bono Social Eléctrico
Además, la crisis del coronavirus ha ampliado los posibles beneficiarios del bono con nuevos grupos vulnerables. Los desempleados, afectados por ERTE y autónomos que han visto reducida su actividad también pueden solicitar la rebaja del 25%.
Muchas familias cumplen los requisitos para acceder a la ayuda pero desconocen su existencia. Una vez obtienen el bono, tienen más tiempo que los demás para abonar las facturas atrasadas. En vez de dos, cuentan con cuatro meses para hacerlo.
En el caso de familias que reciben el bono, con un menor de 16 años o algún miembro con discapacidad, no se puede interrumpir el suministro pese al impago. Una vez finalizado el período, se puede renovar si se siguen cumpliendo los requisitos.
Quién puede pedirlo y cómo solicitarlo
Se fija como referencia el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM) de 14 pagas. Las rentas menores de 1,5 veces el IPREM, es decir, con 7.500 euros anuales, pueden acceder al bono. La cifra se rebaja en el caso de familias monoparentales, con discapacitados o dependientes.
También tienen más facilidades las víctimas de violencia de género y las de actor terroristas. Pueden acceder al bono jubilados o incapacitados que perciben la cuantía mínima de su pensión.
Para solicitar el Bono Social Eléctrico, hay que contactar con la comercializadora y rellenar el formulario. Hay que presentarlo firmado por todos los miembros de la familia mayores de 14. También adjuntar una fotocopia del DNI, libro de familia, certificado de empadronamiento y fotocopia del título de familia numerosa o servicios sociales.
Con toda esa documentación, la compañía tiene 15 días para responder la solicitud. Al acceder al bono, hay que renovarlo cada dos años. Solo es vitalicio para las familias numerosas que no alteren su situación económica vulnerable.
Se calcula que 5,5 millones de consumidores podrían acceder a la ayuda y no lo hacen. Esto se debe al desconocimiento y a la complejidad de los trámites. Para obtener más información se puede contactar con el 913 146 673 y el correo [email protected].