Esta semana, España recibió un nuevo mazazo del FMI que en su último informe mejoraba las previsiones económicas de todos los países desarrollados excepto el nuestro. El organismo internacional prevé que la economía española sufrirá la mayor caída, hasta un 12,8% este año, mientras que las cosas parecen mejorar para el resto de los países avanzados.
El impacto del coronavirus parece estar detrás del agravio comparativo con el resto de los países, pero no lo explica todo. Hay al menos cinco causas que explican por qué España va camino de hundirse más que cualquier otra economía desarrollada en el mundo.
1. Confinamientos duros
El rápido aumento de los contagios y la mortalidad en marzo llevó a España a aplicar duros confinamientos que mantuvieron la economía parada durante semanas. El coronavirus afectó también en gran medida a otros países de nuestro entorno, pero muchos de ellos optaron por estrategias menos agresivas para contener el virus.
Mientras en España el Gobierno paralizaba casi por completo todas las actividades no esenciales, en otros países se aplicaban medidas menos restrictivas acompañadas de buena información y políticas en sanidad pública.
El fracaso en la contención de la segunda ola aún ha sido más clamoroso. A pesar de lo que pasó en marzo y abril y de que los médicos llevaban tiempo avisando, algo falló durante los meses de verano y ahora España vuelve a ser uno de los países más afectados por la segunda ola teniendo que aplicar otra vez confinamientos en algunas regiones.
2. Dependencia del turismo
Una de las razones por las que la economía española ha sido más vulnerable a la crisis es su dependencia del sector turístico, que supone el 14% del PIB y emplea a tres millones de personas. No son pocos los expertos que llevan tiempo hablando de que el modelo productivo español no es sostenible, y piden pasar del modelo de sol y playa a la industrialización, la inversión en renovables o en baterías eléctricas.
El turismo ha sido uno de los sectores más afectados con una temporada veraniega casi perdida por los rebrotes y las restricciones aplicadas por los países extranjeros. La dependencia de la economía española de este sector ha hecho que la crisis sea mayor en nuestro país.
3. Tejido empresarial débil
Los expertos explican que en momentos de crisis la supervivencia de las empresas depende mucho de su tamaño. En España el grueso del tejido empresarial son empresas familiares que tienen poco margen de maniobra para hacer frente a las adversidades. Con el impacto de la crisis derivada de las restricciones, muchas de ellas cayeron una detrás de la otra.
En cambio, en el resto de países abundan las grandes empresas que son más productivas y resistentes a las crisis, ya que pueden acceder a recursos vedados a las más pequeñas y endeudarse en el mercado de bonos. Además, el tejido empresarial español está orientado al sector servicios, en especial la hostelería, que también se ha visto golpeado por esta crisis.
4. La temporalidad del empleo
La crisis del coronavirus se ha cargado más de un millón de empleos durante el confinamiento, pero además, la pandemia redujo la temporalidad porque no hubo más contratos fijos y sí más trabajadores en paro a medida que expiraban los contratos y no se renovaron.
Los expertos explican que antes la caída de la demanda se expulsa a grandes cantidades de trabajadores del mercado laboral, lo cual aumenta las dimensiones de la crisis. Los empleados temporales son los primeros que pierden el trabajo, y además están menos protegidos porque, por ejemplo, no pueden acogerse a un ERTE.
En España los jóvenes son los principales afectados de la temporalidad, lo cual ha llevado a un desempleo juvenil del 43,9%, la tasa más alta de Europa (más del doble de la media europea).
5. Menos capacidad de gasto
Ante la grave crisis y sus consecuencias en los sectores más vulnerables las ayudas de los Estados han sido fundamentales. Sin embargo, también en ese ámbito España está en desventaja. Nuestro país cerró 2019 con un déficit del 2,8% del PIB, el tercero más alto de la Unión Europea, y una deuda cercana al 100%.
Al estallar la crisis en España, el Gobierno puso en marcha mecanismos como los ERTE y el ingreso mínimo vital que, sin embargo, son inferiores al escudo social de otras economías avanzadas. Los expertos aseguran que hemos llegado con muy poco margen tanto de deuda como de déficit, lo cual ha impedido tomar medidas más agresivas en ese sentido.