«Dedica tu tiempo a buscar tu propia felicidad y no trates de impedir que otros encuentren la tuya». Este fue uno de los últimos mensajes que publicó la nueva pareja de Enrique Ponce en Instagram antes de eliminar su cuenta porque, según admite, está desbordada. ¿Quién es Ana Soria, la joven que ha puesto punto final al matrimonio del torero?
Aquel mensaje iba claramente dirigido a la Paloma Cuevas, la ex mujer de Enrique Ponce, a la que regaló un consejo: «Busca lo que te llena y no lo que te vacía. Lo que suma y no resta. Y así vivirás en paz».
De hecho, todo empezó a través de las redes sociales hace dos años, cuando Ana Soria, gran admiradora del mundo del toro y la equitación, contactó con Enrique Ponce. También utilizó su cuenta de Instagram para colgar su primera foto con el torero, antes de que este también lo hiciera para despejar del todo las dudas sobre su relación.
Ana Soria Moreno tiene 22 años y procede de una prestigiosa familia de Almería. Estudia Derecho en Granada y, de hecho, la intención es que acabe asumiendo la dirección del despacho de abogados familiar. Ana también pasa tiempo en Almería con sus padres, el abogado Federico Soria y Rosa Moreno, hija del empresario José Luis Moreno.
Un padrino muy top
El padre de Ana, Federico, tiene un bufete propio en la calle almeriense Doctor Aráez Pacheco, especializado en Derecho mercantil y en daños. Es el quinto de siete hermanos, cinco mujeres y dos varones, el más conocido de los cuales es José Juan, que fue concejal de tráfico en el ayuntamiento de la ciudad y organiza rallys de coches antiguos.
De hecho, el padre de Ana Soria, Federico Soria, es muy buen amigo del torero desde hace bastantes años. Pero quizás lo más sorprendente sea el vínculo con una tercera persona: Baltasar Garzón, el mediático juez inhabilitado por prevaricación en 2012, es su padrino.
En cuanto a su madre Rosa, también estudió Derecho en Granada, pero finalmente decidió dedicarse a la estética. Hasta 2016 figura como administradora de dos clínicas almerienses que también comercializaban productos cosméticos: Dermatología Almeriense y Derma-piel sana. Actualmente colabora con su marido en el despacho de abogados.
El matrimonio reside con sus hijos en una vivienda familiar en Almería y tiene casa en Mojácar con campo de golf incluido al que, según las informaciones, estuvo invitado el propio Enrique Ponce hace tres semanas.
El sueño de Ana Soria
En la universidad tiene fama de «cañón» entre los chicos y se demuestra como una estudiante aplicada que no ha perdido ningún curso. De niña participó en algunos concursos de equitación, su gran afición junto a los toros. Lo de la tauromaquia le viene de su abuelo materno, que regenta el grupo Renta Todo dedicado al alquiler de carpas y accesorios.
Lo que ha llamado la atención de la relación entre Ana, de 22 años, y Enrique Ponce, de 48, es su diferencia de edad. Algo que desde el principio desató los rumores sobre un supuesto interés de la joven en utilizar la dimensión mediática del diestro valenciano para alcanzar la fama. En pocos días, su cuenta pasó de estar casi muerta a tener 40.000 seguidores.
Las insinuaciones no son tan descabelladas, pues es bien conocido que el sueño de la joven es ser actriz y modelo. Además, fue la familia de Ana Soria quien decidió que la prensa conociera la relación a pesar de que, ahora, su padre se queja de la nube de periodistas que tiene en la puerta de casa.
Campanas de boda
En todo caso, la familia de la joven mantiene desde el principio un sólo discurso: que el matrimonio entre Enrique Ponce y Paloma Cuevas ya hacía aguas desde hacía tiempo y que Ana Soria no ha roto nada. Según la familia, Ana y Enrique están muy enamorado, y en los últimos han sonado incluso campanas de boda.
Pero entre la vorágine mediática ha aparecido un nuevo actor para añadir más confusión. Se trata del ex novio futbolista de Ana llamado Jordi, que la define como una niña mimada a la que le gusta el postureo y le acusa de intercambiar «Me gusta» en redes sociales con el torero en 2018, cuando los dos mantenía aún una relación sentimental.
El entorno cercano de Ana desvelan que la joven se ha sentido superada por la tormenta mediática y se está replanteando incluso lo de ser modelo. Por ahora ha hecho llegar un claro mensaje a través del programa Sálvame acerca de su supuesto interés económico en Enrique Ponce: «Yo no lo necesito».