Niños paseando por las calles en España tras el confinamiento

El problema al que se enfrenta España: De dónde puede salir un segundo brote

En esta primera fase de la desescalada es importante que el virus no pase de unas casas a otras

Niños paseando por las calles en España tras el confinamiento
Las medidas de prevención son cruciales para la salida de los niños a la calle | EFE

El mensaje de los epidemiólogos es claro: es muy importante tener un buen sistema sanitario, pero ante una amenaza como la del Coronavirus lo crucial es disponer de un buen sistema de vigilancia. Se están dando los pasos correctos hacia la normalidad, pero advierten de los riesgos y del gran problema al que se enfrenta España: un segundo brote.

Los expertos apuntan precisamente a la importancia de las primeras medidas que se han ido tomando y, en especial, la salida de los niños. El catedrático de Epidemiología de la Universidad de Hardvard, Miguel Hernán, que integra el comité de expertos del Covid-19 que asesoran al Gobierno, cree que la salida de los niños puede ser el origen de un segundo brote si no se toman todas las precauciones  posibles.

«Que los niños salgan a la calle no es un riesgo para ellos, sino para los mayores con los que conviven. Lo que es un problema es que los niños se infecten entre sí y vuelvan a casa con el Coronavirus puesto y listo para contagiárselo a sus abuelos», dice Hernán, y por esto cree que los mayores deben evitar el máximo posible las salidas y nosotros limitar el contacto con ellos.

Según este experto, aquellos que viven con mayores tienen que extremar las precauciones para no llevar el virus a casa y favorecer la aparición de un segundo brote. El objetivo en estos primeros meses es que no pasemos el virus  de unas casas a otras, y por eso aún es pronto para saber cuándo podremos ir a visitar amigos  o recibir visitas.

Cuando esto suceda, dice el epidemiólogo, habrá que realizar una comunicación rápida y efectiva de las medidas de prevención para que los ciudadanos estén bien informados. Durante estas primeras semanas es muy importante que los gobiernos  dispongan de los datos para ir tomando las medidas más acertadas, y que los ciudadanos obtengan toda la información para entender los riesgos y no cometer errores.

Sobre la  desescalada por regiones, Hernán reconoce que se trata de una cuestión compleja que exige datos diarios y posibilidad práctica de implantación en cada territorio. En todo caso, defiende la provincia  como unidad más lógica, ya que las comunidades autónomas son demasiado grandes y las zonas hospitalarias demasiado pequeñas.

Pero la pregunta que hacen hoy a todos los epidemiólogos es:  ¿cuándo volveremos a la normalidad?  Hernán avala el calendario del Gobierno y ve factible recuperar la normalidad en  seis semanas, «pero todo depende de nosotros, si conseguimos mantener distanciamiento social, si usamos mascarilla y nos lavamos las manos con frecuencia».

Va a ser una vida con menos contacto social, cuya evolución dependerá de cómo se comporte el virus en el siguiente año y de cuánta gente haya sido infectada. Pero lo que está claro es que «cuesta creer que vamos a poder comprar entradas para macroconciertos o grandes fiestas públicas en la calle».