El giro a la moderación del PP de Pablo Casado con su acercamiento al Gobierno tendrá su primera prueba de fuego con el debate de los presupuestos generales. Por ahora parece poco probable que los populares acaben apoyando los presupuestos, pero de momento Sánchez y Casado retomarán el contacto tras muchos meses de desencuentros.
Hace poco el líder de los populares denunció que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hacia meses que no le llamaba a pesar de la situación en la que se encuentra España. Ahora, ambos se volverán a ver las caras el próximo miércoles, 2 de septiembre.
Casado y Sánchez se reunirán en La Moncloa como pistoletazo de salida de una ronda de contactos del presidente con el resto de fuerzas políticos. Será la primera vez que se reúnen desde el mes de febrero, y será para discutir la aprobación de unos presupuestos generales que llevarán el sello del gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos.
Este es el principal obstáculo para que el PP de Casado desbloquee los presupuestos, y por eso el líder de los populares le planteará a Sánchez la única condición para su voto afirmativo: que Pablo Iglesias salga inmediatamente del Gobierno. Mientras Unidas Podemos siga en el Gobierno, el PP votará en contra de los presupuestos de 2021.
El PP cree que Unidas Podemos forzará un «sablazo fiscal», y aprovecharán los escándalos judiciales de Unidas Podemos para pedir a Pedro Sánchez que se deshaga de sus socios de gobierno. Mientras tanto, Casado no piensa negociar «con los que piden la abdicación del Rey y se sientan en mesas para pactar la independencia en Cataluña».
Pero tampoco confían en que esto haga cambiar a Sánchez. De hecho, Casado sospecha que el plan de Sánchez para «atarse a la silla» pasa por prorrogar los presupuestos hasta tres años. Por su lado, Sánchez reclamará al PP el desbloqueo de la renovación de instituciones como el Consejo General del Poder Judicial. Casado tiene clara la respuesta: «No».
En cuanto a la lucha contra el Coronavirus, el PP mantendrá la crítica al Gobierno pero con la mano tendida para nuevos pactos en sanidad o educación. En la reunión del miércoles, Casado mostrará su disposición a impulsar reformas en sanidad, economía y educación, y a apoyar la modificación de la legislación para facilitar los confinamientos selectivos en las autonomías.
El líder de los populares volverá a poner sobre la mesa el «el plan B jurídico» del PP: modificar de urgencia la Ley Orgánica de Medidas Especiales en Materia de Salud Pública para limitar la movilidad sin necesidad de solicitar el estado de alarma en cada comunidad autónoma.
Con la reunión del 2 de septiembre tras meses sin relación, Sánchez pretende escenificar un interés real para acercar posiciones con el principal partido de la oposición, mientras que Casado tiene la primera oportunidad de demostrar el viaje de su partido al centro. Además, Sánchez le pedirá a Casado desterrar la lucha contra el Coronavirus del debate político.
Esta será la primera de muchas reuniones que el presidente quiere mantener con el resto de formaciones para ir preparando un ambiente suave y cordial de cara a una legislatura que se presenta tensa. En ese plan se incluye también el desarrollo de medidas de cogobernanza con las comunidades autónomas.