Está siendo una de las consecuencias no tan comentadas del parón de la actividad económica debido al confinamiento por el coronavirus, tal y como confirmaba a vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera. El consumo eléctrico se ha reducido drásticamente y está provocando una caída de los precios en el mercado mayorista de la luz.
Esto que podría parecer una buena noticia para los consumidores, podría acabar afectando a lo que pagamos en nuestra factura. Y es que Ribera admitía, en comparecencia en Comisión en el Senado, que es necesario realizar algún cambio sobre los costes fijos para «garantizar la estabilidad» del sistema.
La vicepresidenta cuarta destacó que en estas últimas semanas ante la crisis del Covid-19 se ha vivido «una situación peculiar», con una caída de la demanda que ha llegado hasta el 20% y un descenso en los precios del 'pool' eléctrico nunca vistos.
Se han marcado hasta 1 o 2 euros el megavatio hora (MWh) en algunos momentos y manteniéndose en torno a los 15-20 euros por MWh. «Cuando entre en el Gobierno en 2018 estaba en unos 60 y tantos (euros por MWh) y no había bajado y el precio promedio en los últimos meses ha sido de en torno a 40 euros por MWh», comentó.
Todo pasaría por una subida de la factura al consumidor
Teresa Ribera dejaba entrever que esto que es «un alivio importante para las economías domésticas, que cuentan con una tarifa regulada» demuestra las limitaciones del actual sistema. Para conseguir la sostenibilidad que quería la ministra en los próximos meses solo habría dos opciones: reducir los costes o aumentar los ingresos.
La primera de ellas parece imposible cuando ya están aprobados para este año los llamados peajes eléctricos, es decir lo que se paga por el transporte y la distribución. Sin unos presupuestos aprobados, el Estado tampoco puede asumir por sí mismo estas pérdidas de ingresos del sector.
Así pues, todo apunta que aunque ahora se esté pagando mucho menos, es muy probable que haya una subida de la luz en los próximos meses, habrá que ver si es con un aumento fiscal sobre los cargos fijos o a través de un nuevo cambio de las tarifas.