Pedro Sánchez defendió ayer la acción de Gobierno durante la crisis del Coronavirus. Fue en su última rueda de prensa antes de irse de vacaciones, y puso de relieve las medidas puestas en marcha para controlar la epidemia y atenuar los efectos de la crisis, además de volver a ponerse la medalla por el fondo de recuperación europeo.
Sin embargo, desde la llegada del Coronavirus la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez está en entredicho por algunos errores de bulto, como la compra de test falsos, y sobre todo por la ocultación de la cifra real de contagiados y fallecidos en España.
A lo largo de estos meses, Pedro Sánchez y gente de su entorno como el ministro de Sanidad, Salvador Illa, el director de emergencias, Fernando Simón, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, no han dejado de conrear críticas. Las meteduras de pata del Gobierno y su gestión de la crisis dieron lugar a oleadas de indignación.
A finales de abril aparecieron las primeras caceroladas espontáneas, que se fueron ampliando a lo largo del confinamiento hasta desembocar en manifestaciones en los barrios de las ciudades españolas más importantes.
Claro que entonces esas manifestaciones estaban muy limitadas por las restricciones propias del estado de alarma. Vox trató incluso de sortearlas con una manifestación desde los coches. Desde entonces, comenzaron a surgir voces que apuntaban la necesidad de organizar una gran manifestación cuando la situación sanitaria estuviera bajo control.
Con el levantamiento del estado de alarma el pasado 21 de junio, se levantaron también las restricciones y se abrió la puerta para buscar una fecha a la gran manifestación. Además, el empeoramiento de la situación con los rebrotes anima a los organizadores a concentrarse para mostrar su rechazo al Gobierno de Pedro Sánchez.
Así que después de mucho buscar, se ha concretado el día en el que tendrá lugar la gran manifestación contra la gestión del Ejecutivo: 12 de septiembre. Cada vez son más las adhesiones a la macro convocatoria que tendrá como lugar Madrid.
Los organizadores de la protesta han lanzado un comunicado y, según fuentes socialistas, han logrado poner en máxima alerta a la Moncloa. Por su lado, la «Plataforma Pedro Sánchez Dimisión», organizadora de la gran manifestación del 12 de septiembre a las 7 de la tarde en la Puerta del Sol en Madrid, aseguran estar desbordados por las muestras de apoyo.
Según datos ofrecidos por la propia plataforma, en el evento hay 168.867 personas apuntadas, así como colectivos sociales de Madrid y de toda España. De Valencia llegarán 30 autobuses llenos para asistir, más 20 de Barcelona y 40 de Sevilla.
Ayer mismo se hizo llegar un mensaje a Pablo Casado y Santiago Abascal para que se unan a la iniciativa en nombre de Partido Popular y Vox, los principales partidos de la oposición. Los organizadores señalan que también se han adherido numerosas personalidades de la Cultura y afirman tener atada la presencia de líderes europeos como Matteo Salvini y Marine Le Pen.
Un gobierno que no deja a nadie atrás
«Un Gobierno que no deja a nadie atrás». Pedro Sánchez puso el acento en esta frase durante su rueda de prensa ayer, poniendo de relieve tanto las medidas tomadas durante la pandemia para reforzar el sistema sanitario como las ayudas en forma de ERE e ingreso mínimo vital para atenuar los efectos de la devastadora crisis.
Sánchez defendió la acción de Gobierno anunciando que en los escasos meses de legislatura se han puesto en marcha el 55% de los compromisos electorales, el 17% de los cuales se cumplirán antes de acabar el año.
La respuesta del Gobierno a la crisis, dijo, no tiene precedentes en España, y recordó los 200.000 millones de euros en ayudas sociales y a las empresas como red de protección ante la crisis. También destacó el diálogo social y con las comunidades, y el compromiso con los criterios de la OMS ante la pandemia: sistema sanitario eficaz, reducción de las desigualdades y respeto a los derechos humanos.
Asimismo, quiso mandar un mensaje de tranquilidad ante la multiplicación de los rebrotes, recordando que hay un plan de respuesta en marcha y que España dispone de un sistema mejor preparado que en los meses de marzo y abril.
Temor ante la manifestación
Gente cercana al Gobierno muestra cierta intranquilidad por la manifestación que tendrá lugar el 12 de septiembre. No lo ven como una amenaza directa para la continuidad del Gobierno de Pedro Sánchez, pero sí como un factor de desestabilización que puede debilitar al Ejecutivo antes de afrontar la cuesta más dura de la crisis.
Porque en los meses que van a venir el Gobierno tiene que aprobar los presupuestos generales del estado con mucho ruido alrededor: la salida del rey emérito de España, los posibles recortes para satisfacer a Bruselas, el fin de los ERTE, el posible recrudecimiento de la crisis, el aumento del paro. Desde luego, empezar el curso con una macro manifestación no es la mejor noticia para Moncloa.