Imagen de Pepe López saliendo de la UCI del hospital Príncipe de Asturias con los sanitarios apludiéndole

Pepe, director de seguridad de un hospital tras 3 meses en UCI por coronavirus

El hombre ha destacado la labor de sus compañeros que, según cuenta, «lucharon por él» cuando «casi nadie daba un duro por su vida»

El director de Seguridad del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, José López, ha asegurado tras salir de la UCI, donde estuvo más de tres meses ingresado, que sus compañeros del centro son los «auténticos héroes» en la  batalla contra el coronavirus  porque «lucharon por él» cuando «casi nadie daba un duro por su vida».

López, conocido en el ámbito del hospital como Pepe, ha estado  ingresado en UCI un total de 91 días tras enfermar de Covid-19 al inicio de la pandemia y ahora se encuentra en planta para seguir progresando en su recuperación.

Los profesionales del Hospital Príncipe de Asturias celebraron su salida de la UCI entre aplausos a modo de homenaje por haber superado los momentos más graves de la enfermedad y Pepe ha confesado, en declaraciones a Europa Press, que está deseando «volver a la normalidad» para estar junto a sus compañeros.

«He recibido mucha ayuda por parte de mis compañeros. Ellos son los auténticos héroes. Me han sacado adelante desde abajo cuando casi nadie daba un duro por mí, porque se decía de que había pocas posibilidades de superar la enfermedad. Poco a poco han luchado por mí», ha relatado emocionado.

Pepe enfermó de coronavirus en el mes de marzo, cuando comenzó la pandemia y desconoce cómo se contagió de la enfermedad. En esos primeros días empezó a «no encontrarse muy bien» y su médico en el centro, a raíz de la sintomatología que presentaba, encargó que le hicieran las pruebas de coronavirus, con resultado positivo.

Tras una primera semana ingresado en planta, el director de Seguridad del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares sufrió un empeoramiento de la enfermedad y comenzó a desarrollar los efectos más graves del Covid-19, lo que motivó que pasara a UCI.

Una vez en la UCI, Pepe ha subrayado que ha vivido en primera persona la «soledad» y la «angustia» que provoca la enfermedad, puesto que el aislamiento impidió que pudiera recibir visita de los familiares.

Durante gran parte de su estancia en la unidad de críticos del Príncipe de Asturias recibió sedación y se le efectuó una traqueotomía para ayudarle a su respiración. Eso motivó uno de los momentos más complicados dado que tenía dificultades para comunicarse con el personal que le atendía.

«Eso era un mundo, por mucho que intentara decir apenas me entendían. Lo pasé francamente mal (...) Hablaba como perdido», ha detallado este paciente para añadir que en las últimas tres semanas comenzó a mejorar su situación.

El personal del hospital, su segunda familia

Ese aislamiento, según ha descrito el director de Seguridad del Hospital Príncipe de Asturias, se hace «muy largo y difícil» pero tuvo el respaldo de sus compañeros de centro a todos los niveles, desde las enfermeras y los médicos (tanto intensitivas e internistas) como la atención de los celadores, un colectivo «no muy reconocido» pero que son una parte «importantísima de la vida de un hospital», que le asistían ante cualquier necesidad.

Ahora, Pepe también resalta el papel de los profesionales endocrinos que, como es su caso, diseñan una estrategia para ayudar a su recuperación dado que aún no puede comer. «Son todos como mi segunda familia, me han hecho sentirme muy arropado», ha enfatizado respecto al equipo del Hospital Príncipe de Asturias.

También ha recalcado que la enfermedad del coronavirus es el momento «más duro» que ha pasado en el plano sanitario y, por ello, ha apelado a la importancia de que la población sea responsable y siga al pie de la letra las recomendaciones de las autoridades sanitarias.

«Esto no es una broma ni es moco de pavo. Esto es muy serio y es muy duro», ha apostillado Pepe, quien ha visto en televisión comportamientos de gente «inconsciente» que «no guarda la distancia de seguridad» o «no llevan mascarillas». «Hay que concienciar de que esto sigue aquí», ha agregado.

Ahora, desde el plano profesional, tiene «ganas» de volver con sus compañeros y ayudarles como ha ocurrido con otras enfermedades infectocontagiosas. «Yo viví en el plano profesional el VIH o el ébola, pero esto me ha tocado vivirlo como paciente», ha concluido.