La caída de los precios desde el inicio de la pandemia afectará a los pensionistas en el inicio de 2021. Los pensionistas se quedarán sin la «paguilla» con la que el Gobierno compensa cuando la inflación es mayor a la prevista para calcular el aumento de las pensiones. Al entrar en el nuevo año con los precios en negativo, este año no percibirán este plus.
Y es que, a pesar del repunte del 0,2% en noviembre respecto del mes anterior, España encadena una tendencia a la baja de los precios que lleva a una tasa interanual en negativo, concretamente una caída total del 0,8% según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Esto significa que tras ocho meses de descenso de los precios, los productos son de media ocho décimas más baratos que un año atrás. En abril el Índice de Precios al Consumo (IPC) cayó al -0,7% y se hundió al -0,9% en mayo. En los meses siguientes se recuperó con caídas al 0,3% en junio, al 0,6% en julio, al 0,5% en agosto y el 0,4% en septiembre. En octubre los precios cayeron al 0,8% en octubre para subir un 0,2% en noviembre.
Esta evolución marcará las pensiones en el arranque de 2021, ya que el Gobierno calcula el aumento de las pensiones con el IPC como referencia. El Ejecutivo intenta calcular la evolución de los precios para ajustar las pensiones y equilibrar el poder adquisitivo de los pensionistas. Uno de los recursos para hacerlo es lo que se conoce como la «paguilla».
Antes de la reforma de las pensiones de 2013 se utilizaba el IPC de noviembre como referencia para revalorizar las pensiones. Es decir, si hoy se utilizara el mismo sistema, los pensionistas se quedarían sin subida de las pensiones ya que los precios están en negativo. Sin embargo, el Gobierno utiliza ahora otro método para calcular las pensiones.
Este año el Gobierno ha utilizado la inflación prevista para 2021 como indicador para ajustar las pensiones. La estimación es que habrá un aumento del 0,9% de los precios el año que viene, así que las pensiones subirán un 0,9% en 2021. La paga ya había subido un 0,9% en 2020, así que los pensionistas ganan casi dos puntos de poder adquisitivo.
La mala noticia es que no recibirán la famosa «paguilla» en 2021. Este es un complemento que el Gobierno da a los pensionistas para compensar cuando la inflación es mayor a la prevista. Se trata de un mecanismo de corrección que permite mantener el poder adquisitivo de los pensionistas cuando la diferencia les perjudica.
Pero también puede suceder al revés, y esto es lo que pasará en 2021. Al haber caído los precios al -0,8% se descarta la compensación para los pensionistas el próximo año. Al ser los productos más baratos desde el inicio de la crisis sanitaria y económica, los pensionistas han ganado en 2020 entre un 1,7% y un 1,9% de poder adquisitivo.
Cambio en el consumo
La razón por la cual los pensionistas no cobrarán el complemento en 2021 es la bajada de los precios o deflación. Esta caída se debe, sobre todo, a la evolución de los precios de los productos energéticos. En lo que llevamos de año, los carburantes han bajado una media del 10% comparado con el mismo período del año anterior.
De hecho, si extraemos de los cálculos los precios energéticos y los productos elaborados, la inflación será positiva con una tasa interanual del 0,2%. Lo cual seguiría siendo, no obstante, una cifra más baja de lo habitual.
Si nos fijamos en la evolución de los productos más consumidos por las familias españolas durante la pandemia, muestran una variación anual del 1%, por encima de la media general. El descenso de los precios de la fruta ha sido mayor este año que en 2019, mientras que otros productos como el pescado y el marisco se han estabilizado.
El incremento de los precios de alimentos y bebidas sin alcohol se moderó hasta el 1,3% en noviembre, una tasa negativa que explica también la disminución de los precios de legumbres y hortalizas cuando el año pasado subían. Finalmente, en ocio y cultura ha habido un descenso del 0,9% influenciado por la caída de los precios de los paquetes turísticos.
La evolución descendiente de los precios en alimentación y ocio reflejan los cambios que se han ido produciendo durante los últimos meses en los patrones de consumo tras la llegada de la pandemia. Algo que, ahora, se verá reflejado en las pensiones del año que viene.