Hasta ahora, y debido a la crisis sanitaria provocada por la Covid-19, al Presidente español se le han ido acumulando los frentes abiertos.
Su gestión frente a la pandemia ha sido duramente criticada por la oposición y por varios medios de comunicación.
Al mismo tiempo, la conducta de diversos miembros del Ejecutivo no ha ayudado, precisamente, a aliviar situación.
La destitución de Pérez de los Cobos que provocó Grande-Marlaska, las declaraciones `off the record´ de Irene Montero o las invitaciones a manifestarse el 8-M por parte de Carmen Calvo han representado un desgaste a su imagen pública y de su gobierno.
Por otra parte, los informes, tanto de la Guardia Civil como de la OMS, que han ido apareciendo no dejan en buen lugar las decisiones que se tomaron las primeras semanas de la pandemia.
A todo ello hay que sumar una crisis económica en ciernes.
Una crisis que va a tener que afrontar con ciertas limitaciones, ya que las medidas deberán adoptarse, necesariamente con el consentimiento de grupos parlamentarios que necesita para seguir en el poder.
Un panorama que hace que su valoración no la pueda salvar ni el CIS de Tezanos. Aunque intentos a este respecto no faltan.
Sin embargo, no todos los ministros tienen una valoración negativa. Según diversos sondeos la actitud constructiva y moderada de Margarita Robles la ha aupado a los primeros puestos de la popularidad en nuestro país.
En segundo lugar estaría Nadia Calviño, Vicepresidenta Económica y gran esperanza actual del Presidente, ya que su nombre suena para presidir el Eurogrupo tras la salida de Mario Centeno.
Si el nombramiento llegase a materializarse representaría un motivo para Sánchez de cara a sacar pecho de los miembros de su equipo. Y nada más y nada menos que en la esfera de la economía.
¿Existen realmente posibilidades de que ocurra?
Calviño mantiene un perfil prudente y centrado en el difícil equilibrio que representa un Gobierno formado por PSOE y Podemos, con públicas y notorias discrepancias en el terreno de la economía.
Por otra parte, su experiencia en las instituciones europeas, de más de ocho años, le han permitido crearse una reputación y una nada desdeñable cartera de contactos.
Para muchos medios especializados se postula como la favorita para alcanzar el puesto. E incluso parece tener el apoyo del Ministro de Finanzas alemán.
Sin embargo, no será la única candidata. Concretamente, al luxemburgués Pierre Gramegna y al irlandés Paschal Donohoe también entran en las apuestas.
Por otra parte, Calviño va a necesitar centrar su tiempo y sus energías en la situación española. Y la Presidencia del Eurogrupo no es algo que pueda hacerse, precisamente, a ratos libres.