Pedro Sánchez con las manos juntas en una rueda de prensa en La Moncloa

Pedro Sánchez a sus ministros: ‘Si sucede, perderemos el Gobierno’

El enfrentamiento entre el sector económico y el de Podemos se ha recrudecido y amenaza con resquebrajar al Gobierno a las puertas de los presupuestos

Pedro Sánchez con las manos juntas en una rueda de prensa en La Moncloa
Pedro Sánchez ha pedido a sus ministros dejar las diferencias a un lado | EFE

Tiempos revueltos en Moncloa. Si no tenía bastante con la pandemia y la crisis económica, a Pedro Sánchez se le acumulan los problemas en el seno de su Ejecutivo. La negociación de los presupuestos están siendo durísimas y dejan abierta una grieta cada vez más profunda en los dos bandos del Gobierno, el sector socialista y el de Podemos.

Pero el sector conservador que lidera la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha dicho basta y amenaza a Pedro Sánchez con un motín si sigue cediendo a las demandas del sector liderado por el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias.

Ante la protesta de algunos de sus ministros, Pedro Sánchez les ha pedido que rebajen la tensión con una frase definitiva: «Si nos rompemos, perderemos el Gobierno». Sánchez les ha recordado que los equilibrios en el Ejecutivo son muy frágiles y con la crisis de la pandemia, ciertos enfrentamientos pueden acabar en una crisis de Gobierno. 

Fuentes del Gobierno y sindicales aseguran que la lucha entre los dos sectores se ha recrudecido los últimos días a raíz de las discusiones presupuestarias. Enmedio está Pedro Sánchez, tratando de calmar los ánimos, y José Luis Ábalos, haciendo también de apaciguador. 

A un lado están los «ortodoxos», con Nadia Calviño al frente, y también el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, uno de los más beligerantes contra el sector de Iglesias. En este bando se difunde que los ministros de Podemos trabajan mal y se dedican más al marketing política que a las cosas importantes, para las que apenas tienen preparación.

El sector que lidera Calviño y Escrivá es partidario de una político económica conservadora que facilite la negociación de España con los expertos de la Unión Europa, por ejemplo para recibir las ayudas para la recuperación. Un pragmatismo que sienten amenazado con algunos anuncios a lo grande del entorno de Podemos.

Fuentes internas aseguran que dentro de este grupo se incluyen la ministra de Defensa, Margarita Roble, la de Industria, Reyes Maroto, y la de Trabajo, Yolanda Díaz. Desde Podemos aseguran que Yolanda Díaz «juega para ella», ya que a pesar de tener una excelente relación con Pablo Iglesias, busca tener un perfil propio y es muy cercana a Nadia Calviño.

Bronca entre Iglesias y Escrivá

Quien sí mantiene una conocida rivalidad con Pablo Iglesias es Reyes Maroto, una distancia que se ha convertido en malestar creciente por el papel escaso que ha tenido la ministra de Industria en los últimos acuerdos sociales que afectarán a muchos aspectos de su área. Maroto se siente ninguneada y critica el papel excesivo que se le da al líder de Podemos.

En cuanto a Calviño, su estrategia pasa por aprobar medidas que considera claves para la recuperación, con la mirada puesta en la Unión Europa y la intención de culminar una reforma tributaria que considera fundamental para sanear las finanzas públicas en España.

Sin ir más lejos, a muchos sorprendió la ausencia de Nadia Calviño en la presentación de los presupuestos generales del Estado. Su departamento mantiene una relación mejorable con el de Hacienda, que durante la negociación ha mantenido una estrecha relación con Podemos.

La gota que ha colmado el vaso del enfrentamiento sería una sonada bronca entre Pablo Iglesias y José Luis Escrivá a raíz del ingreso mínimo vital. Pablo Iglesias ha pedido a Escrivá mayor celeridad en la gestión y el pago de esta ayuda, pero Escrivá reprocha a los morados que lo hicieran a través de una entrevista en la Cadena Ser. 

El ministro de Seguridad Social critica que no quieran debatir internamente la cuestión y hagan sus quejas en público, así que ha contraatacado culpando a Iglesias de los problemas de la gestión del ingreso mínimo. Los aliados de Escrivá le defienden y acusan a Iglesias de desconocer cómo funciona el Gobierno y muchas de sus funciones: «Son peticiones vacías, solo hace falta que paso algo de tiempo para comprobar que el ingreso mínimo funciona a la perfección».

A las puertas de un nuevo ciclo político

Mientras, Ábalos trata de mantenerse fiel a Sánchez pero no sin ciertos recelos ante el círculo de Iglesias. Una de las cuestiones que le alejan de Podemos es la ley que regula el precio del alquiler, que el ministro de Transportes considera lesiva para el mercado y no quiere aplicar. Finalmente ha tenido que aceptarlo, aunque con un plazo de cuatro meses.

Sánchez sabe que Ábalos es crucial para mantener al Gobierno unido. Un dirigente socialista revela que durante la crisis de la Covid los secretarios regionales se han revuelto contra Podemos y Ábalos es quien está conteniendo el partido: «Los territorios están en rebeldía. Si el partido se le escapa, Sánchez puede tener un problema en el Gobierno porque los barones van a apretar contra Podemos». 

La prueba de fuego será la votación de los presupuestos. Los ministros económicos tienen claro que hay que acercarse a ciudadanos y Moncloa sabe que es la única vía para tranquilizar a la Unión Europea. Pero esta estrategia resta peso definitivamente a Podemos y alejan a sus socios preferentes, ERC. 

Si en la votación se consuma el portazo a ERC y el abrazo a Ciudadanos, empieza otro ciclo político en España y el sector económico esperan que sea el cambio de agenda que llevan tiempo esperando. 

A partir de entonces el debate se centrará en la economía, y no en el marketing política, y ganarán protagonismo los ministros más preparados, encargados de demostrar en el momento decisivo que hay un Gobierno fuerte capaz de sacar a España de la crisis. Y entonces podría llegar la crisis propicia para forzar un cambio de Gobierno para la nueva etapa.