Alquilar una vivienda en España es una tarea complicada. A todo el papeleo burocrático hay que sumarle los altos precios del alquiler. No obstante, para hacer frente a esto último hay una serie de ayudas de las que pueden beneficiarse los ciudadanos en nuestro país.
Un bono destinado a la juventud española
El pasado 18 de enero el Consejo de Ministros aprobó el bono joven para el alquiler. Esta ayuda, de hasta 250 euros, pretende facilitar el acceso a la vivienda a los jóvenes que tengan entre 18 y 35 años.
Según Pedro Sánchez, este bono ayudará a 70 000 jóvenes a conseguir su sueño de alquilar un hogar.
Lo cierto es que es una cifra reducida, pero hay que tener en cuenta que en las grandes ciudades es complicada su aplicación. Los precios de los alquileres son de media superiores al límite establecido por el Gobierno para acceder a esta ayuda.
La renta mensual no podrá superar los 600 euros, a pesar de que se contempla que la cuantía se eleve hasta los 900 euros en algunos lugares, como zonas tensionadas.
Quienes queden excluidos del bono y los que por edad no puedan acceder a él pueden recurrir a otras ayudas del Gobierno. Todas ellas están incluidas en el Plan Estatal para el Acceso a la Vivienda 2022-2025.
Existe una ayuda para el acceso a la vivienda que no tiene límite de edad. Esta equivale a un bono de hasta 50% del importe del alquiler para aquellos hogares cuyos ingresos no superen tres veces el IPREM, 24 318 euros al año.
Como ocurre con el bono joven, el precio del alquiler de la vivienda no podrá ser superior a los 600 euros al mes o 900 en caso de ser zonas tensionadas.
Las personas vulnerables tienen su hueco en estas ayudas
Hay otra opción, que puede suponer hasta el 100% del alquiler, para arrendatarios con vulnerabilidad sobrevenida. En este caso el Gobierno español concede ayudas a hogares que hayan sufrido una gran pérdida de ingresos.
Para poder optar a esta ayuda, la unidad de convivencia ha debido tener una reducción de sus ingresos netos superior al 20%. Además, el esfuerzo devenido para hacer frente al alquiler tiene que ser superior al 40% de sus ingresos. Finalmente, la renta del inmueble deberá ser, como máximo, de 900 euros al mes.
Existe otra opción que también puede suponer el 100% del alquiler y los gastos de la comunidad para colectivos vulnerables.
Esta ayuda está destinada a personas sin hogar, desahuciadas o víctimas de violencia de género, entre otras.
Una vez más, el importe del alquiler no podrá ser superior a los 600 euros al mes o 900 en zonas tensionadas. Por su parte, los gastos mensuales no podrán superar los 200 euros.
Esta ayuda se incrementa notablemente en relación con la del Plan Estatal de Vivienda 2018-2021 que era de hasta el 40% de la renta del arrendamiento.
El objetivo es repoblar la España vaciada
Otra de las ayudas incluidas en el Plan de Vivienda está destinada a atraer jóvenes a los pueblos de la España vaciada. Esta asciende hasta el 60% del importe del alquiler de viviendas situadas en localidades con menos de 10 000 habitantes. Pueden cobrarla menores de 36 años, que también podrán beneficiarse de subsidios para comprar viviendas en dichos núcleos de población.
“Conjuga el impulso a las personas jóvenes con el reto demográfico de ir asentando población en los ámbitos despoblados, acompañando a otras políticas que impulsen la regeneración económica, social y cultural de los mismos”, apunta este plan del Gobierno.
Este cuenta también con un programa de fomento de viviendas para personas mayores y con discapacidad.
“Las personas o entidades promotoras de los alojamientos o viviendas”, que gestionen o construyan pisos con alquileres asequibles para personas mayores o con discapacidad, “podrán obtener una ayuda directa, proporcional a la superficie útil de cada alojamiento o vivienda, de hasta un máximo de 700 euros por metro cuadrado de dicha superficie útil”, establece la ayuda.
“La cuantía máxima de esta subvención no podrá superar el 50% de la inversión de la actuación con un límite máximo de 50 000 euros por alojamiento o vivienda”, añade.
La duración de dichos alquileres deberá ser, como mínimo, 20 años. Además tendrán que incluir todo lo necesario para su accesibilidad, asistencia y confort.
Otro apoyo que puede beneficiar a la población española es el programa de ayuda al pago del seguro de protección de la renta arrendaticia. Este financiará un seguro de impago del alquiler a los propietarios, con un máximo del 5% de la renta anual durante 12 meses.
“Es decir, un propietario alquila su vivienda por 800 euros al mes, por lo que percibe 9 600 euros al año. El estado le abonará el 5% de dicho importe: 480 euros, en caso de impago”, explica el portal Fotocasa.
Para fomentar la puesta a disposición de las autonomías y ayuntamientos de viviendas para su alquiler asequible o social hay un programa también. Este pagará al propietario hasta el 50% del exceso de la renta sobre el alquiler social.
El objetivo es que este no pierda dinero. Por eso se abonará la mitad de la diferencia hasta llegar al precio de mercado. Esto ocurrirá si ceden sus inmuebles a las autonomías o ayuntamientos de su municipio para que se destinen a alquiler social.
El programa de fomento de alojamientos temporales, de viviendas intergeneracionales y modalidades similares pagará hasta 420 euros por metro cuadrado, el 50% de los gastos o hasta 50 000 euros por vivienda. Esto estará destinado a todas aquellas asociaciones o entidades públicas que promuevan el alquiler de pisos compartidos o alojamientos temporales, entre otros.
Estos inmuebles solo podrán alquilarse como máximo a ocho euros por metro cuadrado. Su público son personas cuyos ingresos sean inferiores a cinco veces el IPREM, es decir, que cobren menos de 40 531 euros anuales.