El caso de las niñas desaparecidas en Tenerife, Anna y Olivia, se enreda cada vez más. Tras varios días buscándolas en el fondo del mar, aparece otra posibilidad. Las menores podrían estar con su padre, Tomás Gimeno, en Sudamérica.
Esto es lo que sugiere Toni Herrera, amigo del padre secuestrador. Desde el principio de la investigación, sostiene que su amigo se llevó a las niñas a otro país. Ahora aporta nuevos datos que abren una nueva línea de investigación.
Hasta ahora, la principal hipótesis de la policía es que Tomás Gimeno mató a su hijas, las escondió en bolsas y las lastró hacia el fondo del mar. El buque oceanográfico Ángeles Alvariño busca estos días cualquier objeto extraño en las profundidades marinas.
Tras varias jornadas de búsqueda sin descanso con tecnología puntera, no ha encontrado ninguna pista fiable. La búsqueda de restos orgánicos en la casa de Tomás y en su coche tampoco dio frutos. La policía empieza a dudar de la solidez de esa hipótesis.
Por eso, seis semanas después de la desaparición de Anna y Olivia,sigue abierta cualquier posibilidad. Y una teoría que estuvo muy presente durante los primeros días, vuelve a aparecer ahora. Tomás podría haberse ido con las niñas a otro país.
Mantienen la esperanza
«Los que conocemos a Tomás seguimos creyendo que se fugó a Sudamérica con ellas», asegura Toni. Según explica, «la Guardia Civil está investigando ahora los barcos que hicieron movimientos extraños, aunque esto no es fácil y lleva un proceso».
Para el amigo de Tomás, el hecho de que el buque no haya encontrado nada hasta ahora es una señal que refuerza su hipótesis. «Subió a otra embarcación para irse y cruzar el mar», asegura. Su teoría, que había sido descartada, vuelve a coger peso.
Toni coincide con la corazonada de Beatriz Zimmermann, madre de las niñas. Siempre ha defendido que su ex nunca le haría daño a las niñas. Por eso no se cansa de repartir fotos de las niñas y lanzar mensajes dirigidos al padre secuestrador.
También lo ha querido hacer Toni, que ha pedido a su amigo que recapacite y vuelva a casa con las pequeñas. Dice que Tomás «cometió un error» y le ha pedido «que lo admita y que vuelva». También le ha pedido que piense en sus padres.
Una nueva vía de investigación
Durante los primeros días del caso, los amigos de Tomás apuntaron la posibilidad de que pudiera haber huido con las niñas a África o a Sudamérica. Le veían incapaz de hacer daño a sus hijas. Y además, habían rastreado embarcaciones con movimientos extraños.
La policía siguió esta pista al principio. Pero después la hipótesis del asesinato y posterior suicidio de Tomás fue ganando peso. La principal prueba eran las cámaras de seguridad del puerto, que vieron al padre sacando dos bultos del maletero de su coche.
Tomás aparecía cargando los bultos en la embarcación y saliendo al mar. Luego volvía solo, y dos horas después volvía a zarpar. Esto hacía pensar a los investigadores que primero hundió a las niñas en el mar, luego volvió a tierra firme, y finalmente volvió a zarpar quizás para suicidarse.
Si finalmente la teoría de la fuga a Sudamérica gana peso, habrá que aclarar qué eran los dos bultos que cargó en la embarcación. Y por qué el buque no ha encontrado nada hasta ahora. Todas las posibilidades siguen abiertas a fecha de hoy.
Buenas noticias para Beatriz
La teoría de la fuga a Sudamérica abre una luz de esperanza para Beatriz, la madre de las niñas. Con la ilusión de encontrarlas con vida, cada día cuelga vídeos y fotografías de las pequeñas. Pide colaboración ciudadana para identificarlas y alertar a las autoridades.
En la última publicación acompaña una foto de las dos hermanas con una imagen de la película Frozen. En el mensaje se puede leer: «Espero que donde estén se sigan sintiendo princesas, que sigan siendo fuertes y mantengan la esperanza».
Anna y Olivia, de 1 y 6 años, desaparecieron el 27 de abril. Fueron vistas por última vez con su padre, Tomás Gimeno. Piden a cualquiera que tenga alguna pista que se ponga en contacto con la policía o con la organización SOS Desaparecidos.