La situación epidemiológica en España sigue preocupando ante el fuerte aumento de contagios que se ha producido en todo el país después de las fiestas navideñas, lo que ha propiciado que todas las autonomías estén decretando nuevas medidas restrictivas para intentar parar el avance del Covid-19 antes de que la tercera ola se convierta en la peor hasta la fecha.
Este es el caso de la Región de Murcia, donde en los últimos días se han batido varios récords de contagios diarios desde el inicio de la pandemia y cuya incidencia acumulada ya se ha disparado.
El Comité de Seguimiento Covid-19 de la región ha decidido este lunes, 11 de enero, decretar la Fase 2 de riesgo asistencial en toda la comunidad por el aumento de la presión asistencial de los hospitales que se ha producido por el aumento de contagios. Además, el gobierno ha decidido confinar 14 municipios más de forma perimetral, con lo que en total ya hay 36 municipios confinados en la Región de Murcia, lo que equivale al 90% de su población.
Estas nuevas restricciones entrarán en vigor mañana mismo tras advertirse que en los últimos días se ha producido un gran aumento de contagios, especialmente en personas entre los 17 y 40 años de edad y producidos, en un 76% de los casos, en el ámbito familiar y del ocio.
Jaime Pérez, portavoz técnico del Comité, ha explicado que la situación en la región es «casi de emergencia» y que «en muchos casos lo que ha ocurrido es que un contagio en el ocio se ha llevado a la familia y ha habido brotes familiares derivados de ese caso».
Así, a partir de mañana los municipios de Caravaca de la Cruz, Pliego, Blanca, Campos del Río, Bullas, Torre Pacheco, San Javier, Águilas, Abarán, UIea, Alcantarilla, Fuente Álamo, Cehegín y Archena quedarán confinados de forma perimetral.
Todos ellos se unirán a los otros 22 que ya lo estaban desde el pasado sábado: Murcia, Abanilla, Fortuna, Ricote, Jumilla, Moratalla, La Unión, Lorquí, Mula, VIllanueva del Río Segura, Albudeite, Santomera, Yecla, Los Alcázares, San Pedro del Pinatar, Las Torres de Cotillas, Molina de Segura, Alguazas, Cartagena, Lorca, Cieza y Ceutí.
El 90% de toda la población de la Región de Murcia no podrá salir de su municipio salvo por causa justificada, como ir o volver del trabajo o a un centro educativo, ir a comprar bienes de primera necesidad como comida y medicamentos, o ir a cuidar personas mayores o dependientes, entre otras.
Además, en todas estas poblaciones quedará cerrada toda la hostelería y la restauración, y el aforo de los comercios quedará limitado al 50% de su capacidad.
Por el contrario, solamente 9 municipios estarán libres de ver limitada su libertad de movimientos: Beniel, Alhama de Murcia, Totana, Puerto Lumbreras, Mazarrón, Librilla, Calasparra, Aledo y Ojós; pero en todos ellos estará cerrado el interior de bares y restaurantes, mientras que las terrazas tendrán un aforo máximo del 75%.
Incidencia disparada en Murcia y récords de contagios
Jaime Pérez ha justificado todas estas restricciones en el hecho de que la Región de Murcia tiene una incidencia media de 516,6 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días y de 713,6 en las últimas dos semanas, lo que demuestra que se ha disparado en la última semana.
Para el portavoz del Comité, la situación de la Región era «previsible» por las flexibilizaciones que ha habido durante las navidades en algunas restricciones, pero que no se esperaba que las tasas de contagio se disparasen tanto.
Para Pérez, actualmente está en juego la capacidad asistencial de los hospitales de toda la región, y las restricciones se toman con el objetivo de controlar los contagios, y con ellos, la saturación de los hospitales.
En una semana, los ingresos en los hospitales de Murcia se han disparado en un 72% y ya hay más de 400 personas ingresadas, y lo que es peor, el 70% de las UCI de la Región ya están ocupadas por pacientes de Covid-19.
El pasado viernes, 8 de enero, Salud detectó 1.444 casos nuevos de coronavirus, el mayor registro diario desde el inicio de la pandemia, superando los picos de la primera y de la segunda ola.
Sobre por qué no se tomaron estas restricciones antes de Navidades, si realmente se preveía que podía ocurrir, Pérez ha explicado que las decisiones se tomaron con la incidencia que había en aquel momento, y que explicar medidas tan duras con unos índices de contagios mucho más bajos habría sido difícil, tanto de explicar por parte de las autoridades como de acatarlas por parte de la ciudadanía.