Fotografía de un agente poniendo una multa

Esta multa de 500 euros es la más surrealista que hemos visto nunca: No tiene palabras

¿Qué harías tú si te pasara algo así?

La policía de Viena ha multado a un hombre por soltar una ventosidad en público. Sí, has leído bien. Aunque lo parezca, no se trata de una trama de alguna película de comedia absurda, sino que ha pasado en la vida real, y ha desatado el enfado de muchos usuarios en Twitter.

Pero vayamos por partes porque, ‘a priori’, puede ser una historia difícil de asimilar. Todo empezó el 5 de junio, cuando un hombre soltó una flatulencia enfrente de unos agentes, en Viena. Un usuario de Twitter publicó la multa en su cuenta, donde se puede ver que la multa es de una cantidad de 500 euros. 

Han sido muchos los usuarios que han denunciado en Twitter esta historia. Uno de ellos citó el tuit de la denuncia con un texto, dirigiéndose directamente a la Policía de Viena.

«Por supuesto, no vamosa detener a nadie si a alguien se le escapa un  pedo  por error. Sin embargo, según la información de la que disponemos, la actitud del hombre fue provocadora y poco cooperativa cuando se le acercaron los agentes» explicaba la Policía de Viena, a través de su cuenta oficial de Twitter. 

«Se levantó del banco del parque en el que estaba sentado, miró a los agentes y se tiró deliberadamente un fuerte pedo muy cerca de los oficiales. Es algo que nuestros agentes prefieren que no se les haga» continuó escribiendo la Policía en otro tuit. 

Y es que, según se indica en la ley regional de seguridad de Viena y, aplicada a este caso en concreto, la máxima multa que podría haber recibido podría ser de hasta 700 euros por «violar la decencia y causar ruidos». ¿Cómo te quedas? Según ha explicado el autor de la ventosidad al medio ‘Ö24’, se trata de una sanción totalmente «desproporcionada e injustificada».

No es la primera vez que pasa

Tal y como lees: esta no es la primera vez que pasa algo así. Entre ellas, hemos querido rescatar la historia de Greg Short, un austriaco que recibió una denuncia de David Hingst en el año 2018. Hingst le reclamó 1.396.710 dólares australianos (868.000 euros) porque, según él, había sufrido bullying por una flatulencia, en los años 2008 y 2009. Según explicaba el medio El Español, «su jefe levantaba su trasero» y tiraba flatulencias  hacia él.

¿Y si hubiera pasado en España?

Os vamos a explicar un caso similar que pasó en España hace poco, pero, por suerte, sin multa. Según explicó el pasado 17 de junio autor de los hechos, Daniel, a la cadena ‘COPE’, tuvo un gran apuro en un control de alcoholemia de la Guardia Civil. «Empiezo a soplar y siga, siga, siga… En uno de estos siga, perdí el aire porque se me escapó por detrás» empezaba explicando Daniel. 

Según ha continuado relatando, su mujer le pellizcó al ver lo que había hecho. «El Guardia Civil me dijo: ‘Caballero, ha dejado usted de soplar’. Y es que el aire lo perdí por la trasera». Según seguía comentando Daniel, por suerte, no le pusieron ninguna multa, pese a que el agente alejó la mano y retrocedió, para después decirle «eso te lo guardas para ti en el coche».