Una bebé recién nacida perdió la vida el pasado mes de enero en España después de que en la Unidad de Neonatos en la que se encontraba tuvieran un grave error por el que se equivocaron a la hora de darle su suero alimenticio, y acabaron dándole un potente fármaco con funciones anestésicas.
Los hechos sucedieron en el hospital Donostia de San Sebastián, donde tuvieron también el mismo error con otra bebé, que, aunque pudo sobrevivir, se encuentra con graves secuelas después de lo sucedido.
El caso se produjo poco después de que ambas bebés nacieron, las dos de forma prematura, según publica el medio 'El Correo' después de que ahora se haya presentado un documento de parte de los padres de las pequeñas en el que se reclaman indemnizaciones por los hechos acontecidos.
Una de ellas pesó 600 gramos y la otra 800, las dos se encontraban en incubadoras y estaban siendo tratadas de acuerdo a lo requerido por los bebés en sus condiciones. En estos casos a los bebés se les suministra un suero alimenticio, sin embargo, en esta ocasión, el personal sanitario confundió el suero alimenticio Smoflipid con el fármaco anestésico Propofol, esto sucedió el día 2 de enero de este año.
Según publica el medio citado, desde esa fecha las recién nacidas comenzaron a cambiar su conducta y dejaron de moverse, empeorando gravemente su estado de salud durante las 48 horas después. Una de las madres, de hecho, alertó de que su bebé se encontraba demasiado parada, puesto que la veía rara, sin embargo, en ese momento todavía no se sabía nada del fallo que se cometió.
Finalmente, se detectó el fallo que se había cometido al confundir el suero con el medicamento. Al instante se alertó a las familias de lo que había sucedido y se interrumpió el suministro del medicamento a las pequeñas. Sin embargo, nada se pudo hacer ya para que una de ellas acabara perdiendo la vida solo 3 días después.
La otra bebé sobrevivió a lo ocurrido pero ha tenido que someterse ya a varias operaciones. Por el momento no se sabe el alcance que ha podido tener en su salud lo sucedido, aunque por ahora ya necesita una sonda permanente con oxígeno para poder vivir.
Lo que se cree es que el error pudo deberse a una confusión en los tratamientos, puesto que las cajas de los mismos son muy parecidas, sin embargo, el abogado de las familias asegura que se trata de algo injustificable, puesto que al ser el Propofol un anestésico no debería encontrarse una Unidad de Neonatos ya que debe ser autorizado por un anestesista.
Ahora, los padres de las niñas reclaman indemnizaciones de miles de euros, exigen un perdón y piden que nadie vuelva a pasar por lo que les ha tocado vivir a ellos.