La vuelta al cole está cada día más cerca y los padres siguen nerviosos ante lo que sus hijos puedan encontrarse en las aulas en relación con el Covid-19. A pesar de la comparecencia de la ministra de Educación, Isabel Celaá, quien explicó con detenimiento las medidas a seguir en las aulas para evitar el contagio, parece que muchos padres no están muy convencidos de que sus hijos estén seguros en los centros escolares.
En la comisión de Educación del Congreso, la ministra reiteró la seguridad que ofrecen los colegios y que los centros ya se han puesto manos a la obra para tener listo todo lo necesario que garantice la seguridad de los alumnos y los docentes. Pero el miedo de los padres sigue patente y se teme que muchos opten por no llevar a sus hijos al colegio.
Ante la posibilidad de un aumento del absentismo escolar, Isabel Celaá fue tajante y mandó un mensaje a los padres que se nieguen a llevar a sus hijos al colegio. «Nosotros no queremos poner en marcha medidas coercitivas, pero obviamente, si se necesitaran habrán de cursarse, porque es obligación atender el derecho a la educación de cualquier niño» explicó Celaá dejando claro la posibilidad de sancionar a los padres cuyos hijos no asistan al colegio.
Desde el Gobierno consideran que las medidas adoptadas en los centros educativos son las correctas para evitar el contagio e insisten en que son «lugares seguros», por ello no cabe la posibilidad de que los padres se nieguen a que sus hijos comiencen las clases. «Los beneficios de atender a la escuela son mucho mayores que los posibles riesgos asociados a la pandemia» declaró la ministra.
El Estado es el encargado de velar por el derecho a la educación y por ello está dispuesto a poner sobre la mesa cuantas medidas sean necesarias para garantizarlo, aunque eso signifique sancionar a los padres que se abstengan de llevar a sus hijos al colegio. Isabel Celaá confía en que esta medida no sea necesaria aplicarla y apela al convencimiento de los padres de que sus hijos tendrán una vuelta al cole de lo más segura.