Mélanie Laura Mosqueda Chacón es una de las 46 víctimas mortales de la explosión del pasado 6 de mayo en el Hotel Saratoga de La Habana (Cuba). La joven se encontraba paseando cerca del edificio cuando se vio sorprendida por la onda expansiva. Un amigo suyo revela detalles escalofriantes.
Se trata de una de las peores tragedias humanas que se recuerdan en la isla desde hace años. Entre los fallecidos está una turista española de 29 años, Cristina López-Cerón. Acababa de llegar a Cuba con su novio, que también resultó herido de gravedad aunque se recuperó de las heridas.
El accidente tuvo lugar durante las tareas de renovación del viejo Hotel Saratoga, que tenía previsto reabrir sus puertas el 10 de mayo. Una fuga en un depósito de gas desencadenó la explosión que acabó con la vida de transeúntes, vecinos y empleados. Ahora están saliendo a la luz deficiencias en el operativo de emergencias.
Murió sola y agonizando
El caso de Mélanie Laura, fallecida a los 17 años en el accidente, refleja estas negligencias en el dispositivo de emergencias. La adolescente murió desangrada en una acera de los aledaños del hotel sin recibir asistencia médica. Uno de sus compañeros de clase ha denunciado los hechos a Diario de Cuba.
“A Mélanie el impacto de un vidrio le corta el cuello y empieza a desangrarse. Ella se pone la mano para detener la sangre hasta que queda con los signos vitales débiles. Entre un policía y un civil la trasladan hasta el Capitolio y la dejan tirada ahí hasta que llega la ambulancia”, relata el chico.
Según su versión, que queda acreditada por los vídeos que circularon tras el accidente, la ambulancia tardó casi una hora en llegar. “La trasladaron al hospital William Soler”, prosigue, “en el camino fallece por toda la sangre que perdió”. Por los vídeos que circulaban se enteraron de la muerte de su amiga.
Iba junto a dos amigas
“Por la ropa se dieron cuenta de que ella era la que permanecía en la acera del Capitolio”, explica el joven. Según el medio local, los transeúntes empezaron a retransmitir en vivo el siniestro a través de Facebook. A través de varios reportes se puede hacer el seguimiento de lo ocurrido con Mélanie Laura.
También te puede interesar:▶️Así es uno de los focos de la viruela del mono en Madrid: Sauna Paraíso
En un vídeo se aprecia a dos hombre cargando con la joven y despositándola en la acera del Capitolio. En momento posteriores de la ve agonizando sin que nadie se dé cuenta de ello ni haga nada para ayudarla. Cuarenta minutos después de la explosión aparecen en los vídeos las ambulancias.
La víctima de esta tragedia humana es Mélanie Laura Mosqueda Chacón, estudiante de Turismo en el Instituto Politécnico de Servicios. Ese día se encontraba junto con dos amigas, Lorena e Ismeily, camino del centro médico. No habían ido a clase porque les tocaba ponerse la vacuna del covid.
El régimen admite errores
Ismeily, que ya se recuperó y pudo reincorporarse a las clases, explicó lo sucedido. “Ese día andábamos juntas como todos los días, íbamos a ponernos al dosis de refuerzo, no teníamos planes ese día. En el momento de la explosión quedé impactada y solo pude ver como Mélanie se llevaba las manos al cuello”.
Lorena, que aún se está recuperando en el hospital, “quedó parada tapándose los oídos”. “El cuello de mi amiga sangraba”, relata la adolescente, “pero luego entré en shock y la perdí de vista”. Ella fue socorrida por dos mujeres en un restaurante hasta que pudo ser trasladada al hospital.
Las autoridades cubanas fueron acusadas de falta de transparencia por haber ocultado el nombre de las víctimas 24 horas. En el primer listado se podía leer el nombre de Mélanie, residente en La Habana de 17 años. El régimen reconoció después errores en el dispositivo de emergencias.
Una española entre las víctimas
El sueño de Mélanie Laura era acabar los estudios de grado medio y entrar en la Facultad de Turismo de la Universidad de La Habana. Desde su muerte, su familia sufre un calvario tal y como ha expresado su abuela Isabel. “Sigo de luto y tan triste como todos los días, no hay consuelo para mi familia y para mí”.
La misma sensación que embarga a la familia de Cristina López-Cerón Ugarte, la gallega de 29 años fallecida en la explosión. Ella, natural de Viveiro (Lugo), y su novio César, de As Pontes, habían ido a Cuba de vacaciones. Estaban dando un paseo por La Habana Vieja cuando ocurrió la tragedia.
Cristina era una joven muy querida en su entorno, que había estudiado banca y finanzas en La Coruña. Trabajaba en el sector bancario y era especialmente hábil en la bolsa y las competencias emocionales. Sus cenizas llegaron hace unos días en su localidad natal, donde ya descansa junto a los suyos.