Llevan tiempo en otras partes del mundo y ahora han llegado a España. Se hacen llamar Médicos por la Verdad y se definen como comisión extraparlamentaria de investigación en relación con las medidas adoptadas con motivo del Covid-19. Su objetivo, dicen, es traer al mundo la verdad sobre el nuevo Coronavirus.
«Médicos por la Verdad» parte de una premisa: hay una verdad oficial montada por el poder político y difundida por los medios de prensa que ha dado lugar a un relato sobre la pandemia provocada por el virus del Covid-19.
En la cúspide de la organización en España están la doctora Natalia Prego Cancelo, la doctora María José Martínez Albarracín y el doctor Ángel Ruiz-Valdepeñas. Más allá de antecedentes, prácticas o intenciones, de trata de médicos con titulación en universidades homologadas y tienen años de experiencia.
Médicos por la Verdad sostiene un discurso rompedor en la casi unanimidad de la comunidad científica que, con sus más o sus menos, sigue los postulados de la OMS. Las afirmaciones de esta organización pretenden desmontar un supuesto relato oficial.
Ya no hay pandemia en España
Su principal argumento es que la pandemia ya no existe en España. Para argumentarlo se acogen a la descripción que hace la OMS del término pandemia: la propagación mundial de una nueva enfermedad. La pandemia surge cuando un nuevo virus gripal se propaga por el mundo y la mayoría de las personas no tienen inmunidad.
A día de hoy según datos ofrecidos por universidades, autoridades nacionales e internacionales, científicos y organismos, menos del 10% tiene inmunidad contra el Coronavirus. Por lo tanto, sí que hay una pandemia. Médicos por la Verdad, sin embargo, sostiene que en España ya no hay una pandemia.
Para señalar esto utilizan un gráfico del Instituto de Salud Carlos III en el que se muestra un descenso. Sólo hay un matiz. El gráfico tiene fecha del 27 de mayo, y desde entonces se han elaborado otros gráficos similares que muestran el aumento de contagios y muertes. Sin embargo, estos no se citan.
Otra afirmación sorprendente es la crítica que hacen a la recomendación sobre el uso de mascarillas de la OMS. Según Médicos por la Verdad se trata de un documento con una vigencia de dos años, aunque pasan por alto las actualizaciones como demuestra el cambio entre abril y junio.
La doctora Natalia Priego se acoje a unas declaraciones de la OMD según las cuales no hay pruebas que fundamenten la utilización generalizada de mascarillas por las personas sanas. Pero la recomendación es del 6 de abril. En junio se actualizó para aconsejar el uso de mascarillas para prevenir la transmisión comunitaria.
Médicos por la Verdad recuerda que la OMS señala varios efectos adversos del uso de la mascarilla en población sana como la dificultad respiratoria y las enfermedades respiratorias. La OMS no habla en ningún momento de enfermedades respiratorias, aunque sí reconoce otros efectos adversos.
Tratamientos alternativos peligrosos
Por otro, la doctora Albarracín afirma que hay muchas mentiras o faltas de rigor científico, y que los estudios son engañosos porque las pruebas PCR apenas detectan 200 nucleótidos cuando el virus tiene 3.000. Las cifras son ciertas. Las pruebas PCR son de diagnóstico, y no garantiza que el virus esté vivo en la persona, como señala correctamente la doctora.
La prueba certifica en todo caso que hay material genético, y que la persona tuvo contacto con el virus. Y hay que asumir que esa persona es portadora y actúa como un transmisor de la enfermedad, con el objetivo básico de prevenir.
Uno de los tratamientos propuestos por esta organización son los tratamientos oxidativos, como el ozono o el dióxido de cloro. La verdad es que no está comprobado en seres humanos. De hecho, la ozonoterapia es una terapia alternativa sin ningún resultado concluyente, y el uso de dióxido de cloro es ilegal en muchos países por sus graves efectos secundarios.