Mariona era una menor de 17 años que fue asesinada en un bar del Eixample de Barcelona el pasado martes, 21 de mayo. Según cuentan personas cercanas a la menor, era una chica tímida y que no tenía mucha vida social a parte de su grupo de amigas de toda la vida. Tenía pareja, Kike, desde que cursaron tercero de ESO. El trágico día de su muerte, discutió breves momentos antes con su pareja y, sin conocerla, el dueño de un bar la invitó a entrar. Momentos después, el dueño del bar acababa con su vida degollándola.
Farid, el dueño del bar, le abrió las puertas de su local para que se resguardara de su novio. Una vez dentro, y sin aparente explicación, el hombre acabó con la vida de la joven, a la que no conocía de nada.
Las amigas de Mariona todavía no se pueden creer lo ocurrido. Según han explicado al medio ‘El Español’, «Mariona era una chica muy tímida, bastante reservada, poco social y solo tenía un grupo de amigas en el instituto. No iba con el resto de la clase».
Los problemas que rodeaban a Mariona eran los propios de la edad, ni muy graves ni muy llamativos. A su pareja la conocía desde hacía unos cuatro años. En el momento en el que Mariona accede al local, Kike prueba de hacerlo, pero no lo consiguió. Poco después el joven escuchó unos gritos y a continuación observó como el dueño del local se marchaba en bicicleta. El hombre estaba manchado de sangre.Al observar esto, Kike logró entrar y se encontró a su novia sin vida y degollada.
Farid habría sufrido un brote psicótico
Por lo que se conoce, el asesino no conocía de nada a la pareja de adolescentes. Es uno de los puntos clave que hacen que el suceso sea extraño. Por lo que la única explicación coherente que se ha podido extraer es que Farid habría sufrido un brote psicótico. Fuentes de la investigación han informado al mencionado diario que «al tener un brote, reaccionaba defensivamente y de forma muy violenta».
Según los vecinos, Farid llevaba de quince a veinte años en Barcelona, procedente de Marruecos. Se había integrado a la perfección, incluso se había casado con María. Según los vecinos, era una persona completamente «normal».
Se conoce que en los días anteriores al asesinato de la menor, abría y cerraba el bar fuera del horario comercial. En estos momentos Farid se halla en el área de psiquiatría del Hospital del Mar, en Barcelona.