Más allá de los efectos inmediatos que produce el coronavirus y que se están viendo en la gran cantidad de contagios, hospitalizaciones y fallecimientos diarios en todo el mundo, existe una preocupación creciente por los efectos secundarios de la Covid-19. Las autoridades sanitarias han dado la voz de alarma sobre las secuelas en el corazón, el cerebro y los pulmones.
Maria Van Kerkhove, directora técnica de organización de la Organización Mundial de la Salud, asegura que no sólo inquietan los casos, las hospitalizaciones y las muertes, sino los efectos del coronavirus a largo plazo. Lo más inquietante es que estos daños se producen durante un largo tiempo y también en pacientes que tuvieron síntomas leves.
Además, se trata de secuelas que afectan a órganos vitales como el corazón, el cerebro y los pulmones, e incluso la salud mental. La preocupación de la OMS sobre esta cuestión se suma a las advertencias que han lanzado durante todos estos meses los médicos sobre los efectos secundarios del coronavirus que observan en los pacientes.
En esta segunda ola hay un dato que sorprende: en Europa hay hasta tres veces más contagios diarios que en marzo y abril, pero hay hasta cuatro veces menos fallecidos que entonces. La explicación de Kerkhove es que ahora se hacen más pruebas, se rastrea mejor y se encuentran antes los casos menos graves.
Pero además debe buscarse la razón en el cambio en la tipología de los contagios. Ahora la mayoría de los contagios son jóvenes, con sintomatología leve o asintomáticos, mientras que las residencias de ancianos están quedando más a salvo. En marzo y abril las residencias fueron el principal foco, asociado a una mortalidad desatada.
Sin embargo, los riesgos del coronavirus en las personas sigue latente y la OMS advierte que justo ahora se empiezan a ver los efectos de la enfermedad a largo plazo en corazón, cerebro y pulmones. También en salud mental, aunque ya antes los especialistas habían avisado de la aparición de problemas graves en pacientes que habían pasado el coronavirus, desde los brotes psicóticos y las alucinaciones hasta el estrés y la ansiedad.
Rechazo a buscar la inmunidad de grupo
La conclusión de la OMS, por boca de su representante Maria Van Kerkhove, es que a pesar de que la mortalidad haya disminuido es muy importante hacer todos los esfuerzos posibles para frenar los contagios el máximo posible. A pesar de que ahora fallezcan menos personas por Covid-19, está demostrado que la enfermedad causa graves secuelas a largo plazo en órganos vitales incluso en enfermos con síntomas leves.
Precisamente sobre la lucha contra el coronavirus, el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha expresado su rechazo ante los que buscan inmunidad de rebaño. «Dejar que el virus circula llevará a infecciones, sufrimientos y muertes innecesarias», ha dicho, y ha recordado que en la mayoría de los países menos del 10% se ha infectado.
El máximo mandatario de la OMS advierte que esta estrategia nunca se ha utilizado en una pandemia ya que «plantea problemas éticos». En su opinión, «permitir que un virus tan peligroso circule libremente no es ético y simplemente no es una opción».