Esta tarde, la selección española de fútbol se juega el pase a las semifinales de la Eurocopa. Todo el país estará apoyando al equipo y, de modo especial, Manolo Cáceres, más conocido como 'el del Bombo'.
Podemos decir que él, de 72 años, es el aficionado más conocido que tiene La Roja. Precisamente por este motivo, hoy se le ha realizado una entrevista en un medio de tirada nacional. Entrevista en la que, entre otras cosas, deja claro que está viviendo un momento realmente complicado.
El forofo 'rojillo' y su difícil etapa
En el año 1979 fue la primera vez que Manolo 'el del Bombo' acudió a presenciar en directo un partido de la selección. Desde entonces, ha disfrutado de un total de 400 encuentros al lado del equipo. Y esto es lo que va a hacer esta tarde, pues estará en San Petersburgo para animar a aquel en su 'batalla' frente a Suiza.
En el fútbol ha encontrado una afición desbordante y también una tabla de salvación en los peores momentos, como es el actual. Sí, porque, como ha dado a conocer en una entrevista para La Razón, está viviendo una situación realmente dura.
Ha expuesto que está arruinado y que no recibe ayudas de ningún tipo. Únicamente tiene su pensión de jubilación, que ronda los 800 euros y cuya mitad va destinada al pago de la hipoteca de su casa.
De igual modo, ha explicado que tuvo que cerrar su bar en Valencia y que está separado de la que fuera su mujer. Todo esto sin olvidar que cuenta con ciertos problemas de salud. Tanto es así que ha tenido que ser operado de una hernia en el ombligo y del corazón hasta en siete ocasiones.
Pero, por si fuera poco, tampoco tiene relación con sus cinco hijos. Ha afirmado que “a la única a la que veo es a la pequeña, que tiene 21 años. El resto están desaparecidos”.
“Gracias a Dios pude sacarlos adelante a todos. Con eso me quedo y soy feliz. Ese es mi orgullo, aunque mal pagado sí me siento”.
El aficionado más conocido, olvidado por la Federación de Fútbol
En esta entrevista, Manolo 'el del Bombo' no ha dudado en narrar que se siente relegado por la Federación Española de Fútbol. Y esto le duele porque considera que “Me tienen olvidado y no me lo merezco. Con todo lo que yo me entrego a los nuestros...”.
De esta forma ha dejado claro que ese organismo no le ayuda económicamente en ningún caso, a pesar de la situación que vive. Buena muestra de esto es que en los partidos de la Eurocopa que llevamos ha tenido que recurrir a, además de a sus ahorros, a otras personas para sufragar los gastos. Exactamente, ha contado con ayuda de una empresa de Sevilla y también de la peña Marea Roja.
Por esta situación, se encuentra apenado y lo ha dejado claro diciendo: “He visto pasar por la Federación a unos cuantos presidentes y muchos directivos. Unos se han ido y a otros les han echado. Mientras, yo sigo aquí, entregado en cuerpo y alma a La Roja”.
“Me siento dolido por esa especie de maltrato psicológico, ese interés hacia mi persona. El presidente Rubiales me comentó que si necesitaba cualquier cosa, lo dijera, y nada”.
Hasta tal punto llega su difícil situación que no ha dudado en exponer cuál es la 'dolorosa' decisión que quizás tenga que tomar. Ha contado: “Representar a tu país por todo el mundo es un orgullo muy grande, pero he llorado mucho (…). Si todo sigue tan mal, no me quedará más remedio que poner en venta el bombo para sacar un dinero”.
Sí, estaría dispuesto a deshacerse de su icónico instrumento para seguir respaldando en cada partido a la selección española. Un equipo en el que confía plenamente para ganar la Eurocopa.