Julián Ortega Gabaldón, un hombre de 56 años, desapareció en Alicante el 7 de julio de 2019. Tres años después, su cuerpo ha aparecido momificado en la azotea de un edificio semiconstruido y abandonado de la ciudad. Los agentes han podido identificarlo gracias a la documentación que llevaba.
Julián era nacido en Cuenca y vivía en Alicante cuando sus familiares denunciaron su desaparición ante la policía. Hacía días que no podían contactar con él, y decidieron denunciar la situación. Durante los días siguientes se realizaron varias batidas, todas ellas sin resultado.
Ayer, sobre las 22:30 horas, un vecino que practicaba una disciplina de exploración urbana encontró el cadáver. Estaba en la azotea de un edificio a medio construir en la confluencia de la plaza de la Luna con la avenida Neptuno. Junto al fallecido había una mochila con la documentación de Julián Ortega.
Desapareció hace tres años
Esta historia arranca el 14 de julio de 2019, cuando los familiares de Julián, extrañados porque no podían contactar con él, denunciaron su desaparición. Durante varios días albergaron la esperanza de encontrarle con vida. La policía realizó varias batidas, pero no encontraron ninguna pista.
Como en muchos otros casos en España, desde entonces Julián constaba en la lista de desapariciones no resueltas. Hasta que ayer un vecino encontró un cadáver momificado en un edificio abandonado. Ocurrió de manera casual, mientras esta persona practicaba lo que se conoce como Urbex.
Urbex es una práctica de exploración urbana que consiste en visitar lugares abandonados como casas, túneles o centrales eléctricas. Estas personas sienten atracción por los lugares antiguos que han quedado congelados en el tiempo. En su interior buscan vestigios como mobiliario, utensilios, vajillas o vehículos.
Hallado de manera casual
El vecino de Alicante que realizaba Urbex ayer por la noche se encontró algo del todo inesperado: un cadáver momificado. Inmediatamente llamó a la policía, que acudió al lugar para intentar esclarecer lo ocurrido. La documentación hallada junto al cadáver contenía el nombre de Julián Ortega Gabaldón.
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Ahora están a la espera de las pruebas de ADN para confirmar que el cadáver corresponde efectivamente al hombre desaparecido. Además, los resultados de la autopsia aclararán las causas de su muerte. La policía ha abierto una investigación para responder a todas estas incógnitas, que siguen abiertas.
El cuerpo hallado se encuentra en el Instituto de Medicina Legal de Alicante, pendiente de la identificación y la autopsia. El avanzado estado de descomposición ha impedido su reconocimiento mediante huellas dactilares. Sin embargo, todo apunta a que se trata del hombre desaparecido en 2019.
Todo parece encajar
El cadáver fue encontrado en la misma zona que marcaba la geolocalización del teléfono de Julián cuando desapareció. Además, en una primera observación no hay indicios de muerte violenta, y creen que murió por causas naturales. Todo parece cuadrar, y solo falta la confirmación por parte de los forenses.
El cadáver de Julián se encontraba en una zona de muy difícil acceso, y de hecho, la policía requirió los servicios de los bomberos. Solo con la ayuda de un vehículo con escalera lograron llegar al lugar donde estaba el cuerpo. Esto explica por qué no lo encontraron durante las batidas hace tres años.
La policía contaba con la geolocalización del móvil y estuvieron días buscando en la zona donde marcaba. Pero solo la casualidad ha conseguido dar con la localización exacta del cuerpo, en un lugar inaccesible. A la espera de la confirmación, la familia podrá al menos ahora descansar tranquila.