José Carlos tenía 23 años y sus amigos le recuerdan como un chico humilde, noble y leal. La madrugada del domingo, él y sus amigos fueron víctimas de un atropello intencionado a la salida de la discoteca Akari de Málaga. José Carlos murió allí mismo, y su novia y dos amigos resultaron heridos.
El atropello se produjo después de una discusión en la que uno de los agresores le dio un botellazo a José Carlos. El joven quedó herido en el suelo y fue socorrido por sus amigos. Fue entonces cuando dos sujetos subieron a un coche, enfilaron la avenida y pisaron el acelerador.
La tragedia ha conmocionado al entorno de las víctimas y ha generado una gran crispación social. En los últimos días las redes sociales se han convertido en un hervidero con todo tipo de campañas e informaciones. La madre de José Carlos ha roto su silencio para lanzar una petición.
El mensaje de María José
María José, la madre del joven asesinado en un atropello mortal en Málaga, ha ofrecido una entrevista al Diario Sur. “Pido a sus amigos que respeten a mi hijo José Carlos y a mí como madre: las represalias no sirven de nada”. Es el mensaje que ha querido lanzar para que cesen las campañas.
María José ha pedido a los amigos del joven que dejen trabajar a la policía y a la justicia. “Sólo quiero que les caigan los años que marque la ley, que para mí siempre serán pocos”, ha expresado. A pesar del dolor que siente la familia, no quieren que sea utilizado para generar una espiral de violencia.
En las redes sociales aparecieron mensajes con la foto de los detenidos, poniendo énfasis en su nacionalidad. Rubén e Ismael, de 26 años y de origen marroquí, son las dos personas que iban en el coche del atropello mortal. El conductor se entregó horas después, y su acompañante fue detenido.
Siempre pendiente de los suyos
Mientras, en el entorno de José Carlos siguen llorando la pérdida de un joven muy querido con una gran devoción por su abuelo. El chico se crió en la barriada de El Ejido y estudió en el colegio de Los Salesianos. Era hijo único, y su padre falleció pocos meses antes de que naciera.
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José Carlos creció con el amor y los cuidados de su madre y su abuela, los verdaderos pilares de su vida. Los tres vivían juntos y, según afirman sus amigos, el joven se desvivía por ellas y las cuidaba mucho. Todos le veían como un ejemplo, ya que siempre miraba por los suyos.
“Él era el único que te decía que tuvieras cuidado con el coche si hacías alguna tontería, mientras los otros se reían”, recuerda su amigo Juanma. Una noche salieron de fiesta y su abuela tuvo un ictus. José Carlos estuvo todo el rato preguntándole cómo estaba, un gesto que Juanma nunca olvidará.
Era del Frente Bokerón
A María José nunca le gustó que su hijo se tatuara el cuerpo, pero el joven tenía debilidad por los tatuajes y llevaba el cuerpo lleno. Su amigo asegura que, pese a las apariencias, jamás se metía en problemas ni miraba mal a nadie. Todos los días se levantaba a las seis de la mañana para ir a trabajar.
Volvía siempre tarde a casa, y sus momentos de descanso eran los fines de semana. Sus ratos libres estaban siempre reservados para sus amigos, ya que José Carlos era un joven sociable y siempre bien rodeado. Ir a cenar, jugar en la playa, ver el fútbol, cualquier excusa era buena para estar juntos.
José Carlos tenía otra debilidad, el Málaga Club de Fútbol, y junto con otros amigos era del equipo de animación Frente Bokerón. Sus integrantes se concentraron el martes a las puertas del Hospital Regional de Málaga. Desde allí se solidarizaron con los jóvenes heridos en el atropello.
Su novia Miriam, herida
El suceso ocurrió precisamente cuando José Carlos estaba con otros siete amigos, celebrando el cumpleaños de uno de ellos. Le gustaba salir de fiesta aunque no lo hacía todos los fines de semana. La noche del sábado estuvo bailando y divirtiéndose hasta altas horas de la madrugada.
En la discoteca se encontraba también con sus amigas Miriam, la chica con la que mantenía una relación desde hace diez meses. Se conocieron también de fiesta y empezaron a verse, cada vez más a menudo. Las citas empezaron a ser más frecuentes hace dos meses, y estaban pensando en oficializar la relación.
Al salir de la discoteca, José Carlos fue agredido con un botellazo y luego rematado con un atropello. Junto a él estaban Miriam y dos amigos, entre ellos su compañero de la infancia Adrián. Miriam se enteró el lunes de que su novio había fallecido, mientras que Adrián sigue ingresado en el hospital.
El juez ha decretado prisión provisional comunicada y sin fianza para el conductor del coche del atropello. Le atribuye un presunto delito de asesinato y otros tres en grado de tentativa. El copiloto ha sido puesto en libertad condicional, y está siendo investigado como presunto cómplice de los hechos.