Iván es enfermo crónico y tiene asma. Y a su pareja, con quien convive, le han trasplantado un riñón. Además, Iván está de baja médica, aunque presta servicios esenciales para la empresa de Barcelona donde trabaja de auxiliar administrativo, a pesar de no puede garantizarle un entorno seguro. Pero no es solo en el trabajo donde peligra su salud. De entrada, la pareja evita por todos los medios salir a hacer la compra. «Pedimos casi todo a domicilio. Nos traen el pescado a casa del mercado », explica.
No tienen protocolo de desescalada
Iván asegura que se encuentran perdidos porque en las medidas de desescalada publicadas en el BOE no se les contempla y no se sienten identificados. De hecho, no sabían qué franja horaria les correspondía para poder salir a pasear. «Habla de mayores de 70 años y de dependientes, pero se olvida de los enfermos crónicos», comenta sobre la normativa.
Los Mossos les han confirmado que deberían salir en la misma franja que la gente mayor, pero si lo hacen, asegura, son mal vistos por los ancianos, que creen que están incumpliendo las indicaciones. Y otros en su situación ni siquiera lo saben y salen con los deportistas, poniendo en riesgo su vida.
Lo cierto es que España empieza a ver la luz al final del túnel con la desescalada, pero personas como Iván y su pareja les cuesta todavía más. Viven con la incertidumbre de que supondrá para ellos que el gobierno alargue más el estado de alarma o no lo haga. Además, viven con miedo. Iván teme por su salud el día que tenga que volver al trabajo, pero sobre todo por si acaba contagiando su pareja, que teletrabaja.
Necesitan recuperar la atención médica
La crisis del coronavirus está generando serios problemas laborales y económicos, pero en el caso de personas como Iván, está en juego su vida. Y es que su riesgo va más allá de quedarse sin trabajo o no poder pagar el alquiler. Desde la Plataforma de Organizaciones de Pacientes recuerdan la gran vulnerabilidad de este colectivo, que necesita retomar la atención médica habitual, que se han visto truncada por el Covid-19, virus que ha dejado en segundo plano análisis, pruebas, tratamientos y cirugías.
«Los mayores de 70 años tienen preferencia para ir a las consultas de los hospitales, nosotros no tenemos nada específico, ni siquiera podemos acogernos a las medidas de este grupo», lamenta Iván. La Plataforma pide con insistencia que los enfermos crónicos pasen a formar parte de la agenda de desescalada y dejen de sentirse olvidados en medio de esta pandemia, que los amenaza con fuerza.