Irene Montero en roda de premsa el 3 de març de 2020

Lo que Irene Montero reconoce del 8M y el coronavirus cuando cree que no la oyen

La ministra de Igualdad reconoce que la bajada de asistentes del 8M se debió al coronavirus

Irene Montero en roda de premsa el 3 de març de 2020
Irene Montero durante una de sus intervenciones como ministra de Igualdad | EP

La ministra de Igualdad, Irene Montero, reconoció en la mañana del 9 de marzo, que «la bajada de asistentes a las concentraciones del 8 de marzo se debió al coronavirus, a causa del sentimiento de pánico que ya existía entre la gente». 

«No lo voy a decir porque no lo voy a decir, quiero ser muy prudente, creo que la comunicación que se estaba haciendo como Gobierno es buena, muy basada en los datos médicos. Como siempre priorizar la salud pública, no tomar decisiones por el sentimiento este de pánico un poco generalizado que ya hay».

Monteró se expresó de esta forma en la previa a una entrevista con 'ETB' que desvela en primicia este lunes el diario 'ABC'. Las declaraciones de Irene Montero pertenecen a una conversación que mantuvo con la presentadora de ese programa. La ETB distribuyó ese material bruto, sin editar.

En la conversación, la ministra de Igualdad señaló ese mismo domingo «el riesgo de contagio por coronavirus como una realidad en nuestro país».

El mismo día que el Gobierno llamó a la movilización masiva en las calles por el 8-M. Esa misma semana, se celebraron también en España múltiples eventos deportivos en todo el territorio nacional.

En Madrid, el día anterior a la manifestación feminista se disputó el partido entre el Atlético de Madrid y el Sevilla, un evento al que asistieron más de 300.000 personas. 

El 8M no se debería haber celebrado

Las palabras de la ministra de Igualdad sale a la luz una semana después de que se publicase el informe realizado por la Guardia Civil por encargo de la juez Carmen Rodríguez-Medel en el objeto de la investigación contra el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, por autorizar la marcha del 8-M.

Los datos ofrecidos por la Benemérita concluyen que a partir del cinco de marzo «no se debería haber realizado ninguna manifestación/concentración de personas  por la crisis sanitaria del COVID-19» .

En el interior del informe, también se extrae que a partir de la mencionada fecha «no se deberían haber celebrado unas manifestaciones y cancelado otras, como así ocurrió». El documento hace referencia a la convocatoría de la manifestación del Día de la Mujer que sí se celebró, mientras que al mismo tiempo, se suspendía un congreso evangélico.