El juzgado de guardia de Murcia ha abierto un proceso penal contra un joven de 18 años que, presuntamente, intentó clavar un bolígrafo en el cuello cuando un policía nacional le leía sus derechos tras haber sido detenido como supuesto autor del intento de robo en unas viviendas.
Fuentes del caso han dicho a Efe que el detenido fue sorprendido por una vecina de la calle Arrixaca de Murcia cuando, tras escalar por la fachada de un edificio, intentó forzar la persiana de un balcón del primer piso.
Como no lo consiguió, pasó a otro balcón, del que se marchó a un tercero al ver que se encendían las luces.
A este último tampoco llegó a entrar al escuchar las sirenas del coche policial que se acercaba a la zona y cuya dotación lo localizó en las inmediaciones gracias a las características físicas que les había facilitado la vecina.
Dentro de la conducta agresiva que mantuvo desde la detención, según se recoge en las diligencias, cuando un policía le daba a firmar el documento con sus derechos, ya en los calabozos, intentó, presuntamente, clavarle el bolígrafo en el cuello, por lo que tuvo que ser reducido.
Se enfrenta a cuatro años de prisión por abusar de una menor en Murcia
El fiscal ha pedido cuatro años y medio de prisión y seis años de libertad vigilada para un hombre que va a ser juzgado esta semana en la Audiencia Provincial de Murcia acusado de abusar de una menor, hija de la vecina que lo había invitado a comer.
Las conclusiones provisionales de la fiscalía, a las que ha tenido acceso Efe, señalan que los hechos ocurrieron a principios de junio de 2017 en una vivienda ubicada en Alhama de Murcia, cuando la madre invitó a comer al denunciado por esa razón de vecindad y, también, porque en ocasiones anteriores éste había acudido a pedir ayuda a la organización benéfica con la que ella colaboraba.
Siempre según la acusación estatal, este hombre abusó ese día de forma continuada de la chica, ya que lo hizo, presuntamente, cuando la madre preparaba la comida, durante la misma y con posterioridad, cuando la progenitora se preparaba para irse al trabajo.
La acusación estatal reclama, además, una orden de alejamiento de 500 metros por seis años, así como el pago de una indemnización de 5.000 euros por daños morales.