Con el Covid-19, son muchas las quejas que están llegando a los medios de comunicación sobre posibles negligencias médicas derivadas de la pandemia. Muchos pacientes denuncian que con la escusa del covid se les están retrasando tratamientos o incluso hay niños y ancianos que quedan sin atender, con graves consecuencias para su salud.
En Reino Unido, ha hecho saltar las alarmas el caso de una madre que hizo pública su queja, pues los médicos se negaron a atender a su hija de tan solo 12 años, con la escusa de que ella era enfermera y estaba en contacto cada día con pacientes con Covid.
Tracy Shenton, de 48 años, había pedido cita con su médico de cabecera, pero al llegar al hospital los médicos le denegaron asistencia sanitaria a su hija cuando se enteraron de que ella por su trabajo estaba a menudo en contacto con pacientes con coronavirus.
La mujer, indignada, ha relatado el caso a los medios británicos locales: «Esperamos en el coche durante unos 15 minutos y luego me llamaron por teléfono y me dijeron que no podrían ver a mi hija porque había estado en contacto con pacientes de Covid. El hecho de que no pudiera ser vista por mi trabajo me hizo sentir culpable».
Tras sus quejas públicas, Shenton recibió las disculpas del hospital, justificando que «tenemos procesos en marcha para la selección de pacientes, pero los mantenemos en constante revisión para que continuemos mejorando las cosas y proporcionar un servicio de calidad y seguro para todos los pacientes».
A su vez, aseguraron que han avisado a los profesionales de recepción para que esto no vuelva a suceder y querrían disculparse personalmente por la mala experiencia causada ese día.
Un niño de 8 años fallece sin ser tratado
Este no es el único caso en el que un niño no es atendido por los médicos por culpa de los estrictos controles del coronavirus, que a veces llegan al absurdo y que pueden provocar daños irreparables en forma de pérdidas humanas, como el caso de Aitor, un niño de tan solo 8 años, que murió en Petrer (alicante) hace una semana tras negársele la asistencia sanitaria.
La abuela de Aitor y tutora legal del niño fue la encargada de hacer público el estremecedor caso de este niño, que sufrió durante cuatro días tremendos dolores abdominales que se fueron agravando cada día más y hasta 5 médicos distintos le dijeron que no tenía nada, limitándose a administrarle una inyección para calmarle el dolor y devolverlo así a casa. Finalmente murió sin ser tratado, y después de la autopsia se descubrió que había sufrido una peritonitis.
«Mi hijo rabiaba de dolor, ni una puñetera analística de sangre, ni una ecografía, ya no hay enfermedades, nada más que el puto covid. A mi hijo me lo mataron», aseguraba su abuela en un desgarrador vídeo en redes sociales, donde descargó todo su dolor e hizo público su caso.
La madre del niño de 8 años fallecido en Petrer reclama justicia
La familia del menor asegura que la presión asistencial del Hospital de Elda a consecuencia de la pandemia de coronavirus, fue determinante a la hora de no atender en condiciones a Aitor: «Si hubiera tenido síntomas compatibles con coronavirus seguro que lo hubieran atendido», señalan desde la familia.
La familia del menor va a denunciar al hospital para llegar al fondo de la cuestión y saber quién o quiénes son los responsables del fallecimiento, pues una peritonitis es muy común y tratable hoy en día, y no suelen morir niños por esto: «Cómo en un niño de la edad de Aitor, con un dolor tan intenso de tripa, no miraron si tenía apendicitis, si es una de las cosas más normales a esa edad», han lamentado los familiares.