El cuerpo sin vida de un niño de 5 años apareció el pasado sábado en el río Ogmore de Gales. La Policía británica trabajaba en las labores de búsqueda cuando localizaron al menor desaparecido en el agua.
Fueron necesarias varias horas para dar con el paradero del joven, que se encontraba sumergido en el río. Desde el primer instante se temió lo peor, como suele ser habitual en este tipo de casos.
Después de localizarle trataron de reanimarle. Lo derivaron al Hospital Princesa de Gales, donde los médicos solo pudieron certificar su muerte.
En la investigación por el fallecimiento de este niño de 5 años hay dos detenidos. Se tratan de dos adultos, de 39 y 30 años. Se sospecha que los dos pudieron participar en su muerte.
Sin embargo, lo más sorprendente del caso es que también se ha visto implicado un menor de 13 años. Lo arrestaron al apreciar indicios de que estuviera implicado con este fallecimiento. Desde la Policía aseguran que cuentan con las suficientes pruebas para demostrar que los tres "están involucrados con la desaparición".
Tres personas como sospechosas de la muerte del niño
Hay tal convencimiento de esto, que incluso los agentes admiten "que no buscamos a nadie más en relación con este incidente". Así lo recoge el comunicado de la Policía de Gales a los medios.
El responsable de la investigación, Geraint White, aseguro que se trata un suceso "trágico en el que un niño pequeño perdió la vida". Ahora, según sus palabras, "nuestros pensamientos están con la familia y los apoyamos de todas las formas posibles".
Las autoridades también han reclamado la colaboración ciudadana. Quieren saber si algún vecino o testigo pudo ver algo durante esa jornada de sábado. Se desconoce por completo como desapareció y como murió.
Hay muchas incógnitas en torno al caso aunque la Policía tenga muy claro quiénes son los responsables. El inspector solicita que "cualquier persona que haya presenciado este incidente o que tenga información se ponga en contacto con nosotros".
Reclama a la ciudadanía que "no especule" sobre lo ocurrido el pasado sábado en las inmediaciones del río. Entiende que se "trata de una investigación activa", en donde los rumores y los datos sin contrastar pueden provocar mucho daño.
La Policía mantiene un contacto regular con la familia, sobre todo por si pueden aportar algún tipo de indicio sobre lo sucedido ese día. Los allegados del pequeño han requerido de la asistencia de profesionales para superar este mal trago.
White explicó que los agentes seguirán realizando su trabajo en la zona y se ponen a disposición de los vecinos. Quieren que haya una comunicación fluida entre las dos partes para agilizar el caso. Admite que existe mucha preocupación en la comunidad.
"Hay muchas personas de la zona que desean obtener respuestas sobre lo ocurrido", señala el inspector. Por ahora "mantenemos la mente abierta y trabajamos con dureza para aclarar las circunstancias de la muerte" del niño.
Insiste en la necesidad de "dar respuestas a su familia", que está atravesando por un momento muy duro. Se trata de una "investigación delicada, en donde muchas personas se han visto afectadas por este fallecimiento".
Quiso agradecer a los miembros de la comunidad local su "apoyo y comprensión" en estos instantes. Como es lógico en estas situaciones, el miedo se suele apoderar de los vecinos, que también requieren respuestas.
No se sienten seguros después de lo ocurrido el sábado, en donde tuvieron que llorar la muerte del pequeño de 5 años. Son conscientes de que la detención de estas tres personas ayudará a calmar los ánimos, pero necesitan que reconozcan los hechos.