Guillermo Javier Migliorini Izurieta era un profesor argentino de 27 años que ha fallecido por Covid tras un mes ingresado en Mar del Plata, Argentina. Pocas horas antes de morir, el docente publicó un texto en sus redes sociales desde la cama de hospital, que se ha vuelto viral en poco tiempo.
«La peor pandemia es el egoísmo, y de esa creo que no hay salvación», escribió el profesor días antes de morir. Guillermo se había vacunado con la primera dosis contra el coronavirus el pasado 10 de marzo. A pesar de recibirla, cayó contagiado y algunos medios de prensa afirman que el joven contaba con patologías previas.
La demoledora carta de Guillermo Migliorini antes de morir por Covid
«Desde el martes sé que estoy con Covid, los síntomas: fiebre muy alta que no se baja y dificultad para respirar. Lamentablemente, mi hermano mayor también presentó síntomas y, por lo tanto, continúa aislado en su pieza. A pesar de todo, se ocupó siempre de cuidarme y llevarme a la guardia cuando los síntomas arreciaban», comienza la carta que escribió Guillermo en sus redes sociales.
«Anoche entré en internación porque no saturaba bien. Tengo mucha fe en los profesionales que me cuidan, y en las personas que me quieren y están tirando rezos, oraciones y buenas energías. Ojalá, a muchos de mis contactos que creen en la estúpida ficción de la nueva presencialidad, montada para aplacar a los medios -que no paran porque son criminales de la peor calaña-, se les caiga esa fachada y puedan ver la realidad», prosigue el texto.
«Si tus hijos van a escuelas privadas, pensá que los que vamos a las públicas... Algunas, sin siquiera aulas ventiladas según el protocolo. Si viajás al cole en auto, pensá en quienes usan colectivo, con las ventanas totalmente cerradas. Si vas al colegio en Mar del Plata, pensá en cuanto falta para que lleguen los fríos, las heladas y nos obliguen a tener que mantener las clases muertos de frío (nosotros y los chicos). La peor pandemia es el egoísmo, y de esa creo que no hay salvación», concluye el relato del profesor argentino.
Luto en Argentina por la muerte del docente
En el instituto donde trabajaba Guilllermo, todos le recuerdan como «un ejemplo de profesor; comprometido profundamente con la sociedad de su tiempo y con todos sus alumnos. Un trabajador de la educación entusiasta y siempre alegre. Un profe como pocos. Inteligente, brillante en todo lo que hacía porque todo lo hacía con pasión, pasión por la educación. Elegido muchas veces mejor profe por sus estudiantes», aseguran varios de sus compañeros.
Otros también pusieron el foco en las condiciones laborales del docente, que no pudo dejar de dar clase a pesar del riesgo que corría de contagiarse por sus patologías previas: «Un compañero docente que amaba estar con los pibes, y que al comenzar el año, tenía una cantidad de módulos que no le permitían sobrevivir en este país de inflación constante, de salarios de miseria. Su situación, como la de muchos, lo llevó a no recurrir a la dispensa, no obstante su enfermedad, y el motivo fue más que claro: no podría llegar a fin de mes».
Natalia Arregui, profesora de Mar del Plata, también fallece por Covid
Natalia Arregui, otra docente de otra escuela de Mar del Plata, falleció en los últimos días y cuentan que murió por secuelas provocadas por haber sido contagiada de coronavirus. Por tanto, desde numerosas organizaciones de profesorado volvieron a pedir la suspensión de la presencialidad en las escuelas en plena segunda ola de contagios.
La polémica presencialidad en los colegios en medio de una situación muy complicada por el Covid en toda Argentina, donde el sistema de salud nacional sufre un estado de «tensión fuerte», fue el foco de atención de los medios estos últimos días tras fallecer ambos docentes, Guillermo y Natalia.