Durante los primeros compases de la crisis, el Gobierno prometió la equiparación salarial en Interior a partir de una mejora de los salarios en la Guardia Civil. Una mejora que estuvo a punto de naufragar en septiembre con la congelación de los salarios a los funcionarios, pero el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, prometió entonces que la mejora se implementará de todos modos.
Y cuando parecía que el acuerdo de mejora salarial de la Guardia Civil estaba prácticamente zanjado, un cambio de última hora ha provocado el descontento en las bases de estos agentes. Los guardias de menor rango han denunciado que una parte del dinero que estaba destinado a mejorar sus sueldos terminará en el bolsillo de los mandos.
Esta decisión supondrá, por lo tanto, un agravamiento en la brecha que existe en lo que percibe uno de sus miembros con lo que cobran otros cuerpos a final de mes y es por este motivo que están estudiando movilizaciones frente a la dirección de la Guardia Civil.
Cambios en las mejoras salariales de la Guardia Civil
Las asociaciones representativas de este cuerpo han mostrado su sorpresa ante el borrador que ha sido presentado esta semana por la dirección de la benemérita, dependiente del Gobierno, en el que se modifica el reparto de las productividades. Con este tercer tramo de equiparación salarial, debían alcanzar casi 50 euros mensuales para cada uno de los agentes. Pero la dirección ha sugerido otro modelo de reparto y redistribuir esa partida en «otros conceptos».
Una propuesta que ha indignado a las bases de la Guardia Civil, porque consideran que esto beneficiará a los mandos del cuerpo, mientras que ellos perderán parte de los beneficios que han conseguido con el acuerdo de mejoras retributivas. Asimismo, afirman que la partida será repartida bajo criterios menos específicos y sometidos a una mayor arbitrariedad.
De la misma forma, han lamentado que los servicios extraordinarios sean abonados bajo una «tarifa plana» de 80 euros. «No es lo mismo un servicio extraordinario en un fin de semana cualquiera que el día de Navidad, por poner un ejemplo», han explicado fuentes conocedoras de la propuesta a 'Vozpópuli'.
El acuerdo de equiparación salarial, que pretendía equiparar los sueldos de policías y guardias civiles con el de otros cuerpos autonómicos, tenía pendiente el pago del tercer tramo, que había generado un gran debate entre los uniformes verdes y los azules. El ministerio del Interior había demandado a asociaciones y sindicatos que se pusieran de acuerdo en el reparto de los 247 millones de europeos.
Los guardias civiles trabajaron prácticamente en unidad de acción para conseguir sus objetivos. Pero cuando los alcanzan, es la dirección del cuerpo la que gestiona cómo se reparten los fondos y es precisamente aquí donde surgen desacuerdos entre las distintas opiniones.
«Ha sido el detonante para que AUGC anuncie movilizaciones en contra del plan», han manifestado desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que ya ha anunciado protestas frente a la Dirección General del Cuerpo en Madrid «para que el borrador de Productividad no siga adelante» y han hecho un llamamiento al resto de asociaciones para que se sumen a la convocatoria.
La Guardia Civil, una copia «low cost» de la Policía Nacional
Por otra parte, otros grupos representativos, entre los que se encuentran Independientes de la Guardia Civil, señalan que esta propuesta amplía la brecha con los policías nacionales. «El Cuerpo Nacional de Policía ya hace años que los tiene regulados».
«Consisten en que la Dirección General decide qué comisarías o destinos pueden hacerlos, y los Policías que en sus días libres deciden voluntariamente acudir a realizarlos cobran entre 80 y 140 euros. La Guardia Civil ha querido copiar este tipo de servicio pero a lo low cost», han expresado desde esta asociación.
«La Dirección General de la Guardia Civil pretende detraer dinero de las familias de los agentes de base», han destacado sobre la productividad, y el objetivo es destinarlo «a los generales que están en la cúpula».
Aunque las negociaciones están marcadas por la tensión, la propuesta se encuentra ahora sobre la mesa y serán la dirección y las asociaciones las que debatirán sobre su futuro