Gregorio Cano, un violador barcelonés, será puesto en libertad, veinte años después de su ingreso en prisión. Más conocido com el violador de la Verneda, fue condenado a más de 150 años por haber violado unas veinte chicas en dsistintos barrios de Barcelona entre los años 1997 i 1998. Ahora, y tras estar en prision durante solo veinte años, saldrá en libertad.
Los informes de los equipos que evalúan los riesgos de reincidencia de los internos creen que el violador de la Verneda puede reincidir en su conducta delictiva a pesar de los programas que ha recibido y de los cuales ha participado durante la condena de prisión.
Cano sigue consumiendo drogas, igual que cuando fue detenido y procesado. El informe, según ha podido confirmar 'EspañaDiario', sitúa en «alto» el riesgo de reincidencia del hombre que será liberado a principio de mayo.
El caso de Gregorio Cano
En un año, Gregorio Cano violó e intentaó violar a casi 40 mujeres en Barcelona. Cuando fue detenido, el mayo del 1998, tenía 27 años, trabajaba en el Corté Inglés y se estaba a punto de casar. Tenía pareja desde hacía tiempo, consumía drogas pero ningún antecedente penal.
Se le pudieron imputar 24 agresiones sexuales y durante el juicio reconoció 17. Finalmente, fue condenado además de 150 años después de probar 24 violaciones. Algunas de ellas, en grado de tentativa. Según las investigaciones de la Brigada de Policía Judicial de Barcelona, era un violador no extremadamente violento y muchas de las agresiones quedaron en tentativa porque marchaba si sus víctimas ofrecían mucha resistencia.
El 'modus operandi' de Gregoro Cano
El hombre seguía a las mujeres con su coche, las vigilaba y cuando estaban solas las atacaba. Les sacaba una navaja y las obligaba a hacerle una felación, según las denuncias que las mujeres presentaron en su momento. El hombre usaba varios tipos de arma blanca, sobretodo navajas medianas y obligaba a sus víctimas a taparse los ojos para evitar que lo pudieran reconocer.
El negro currículum de Gregorio Cano se terminó la madrugada del sábado 9 de mayo de 1998. Él viajaba con un coche por la Verneda, uno de los barrios que tenía controlados, y se fijó con una chica que paseaba por la calle, quien tenía que convertirse en su nueva víctima. Pero esta mujer, y una compañera suya, agentes de la Policía Nacional, ya se habían fijado antes en él. El coche que traía era el mismo descrito por otras víctimas del violador de la Verneda.
Así pues, activaron más patrullas de la policía y Gregorio Cano fue detenido. Traía consigo tres navajas, y después de declarar ante el juez de guardia, ingresó en prisión. La Brigada de Policía Judicial de la Policía Nacional y de la Brigada de Seguridad Ciudadana de Barcelona tenían bastante indicios para imputarle todas las agresiones.
A pesar de que primero a comisaría aseguró que no recordaba nada, finalmente terminó reconociendo parte de las agresiones sexuales que la Policía Nacional le imputaba. Aceptar la culpabilidad permitió a las víctimas no tener que pasar por el trance de tenerse que volver a ver las caras con su agresor durante la vista oral del juicio.
Condenado a 150 años de prisión
Finalmente, fue condenado a 150 años de prisión a pesar de que acabará cumpliendo solo 20. Este mes de mayo de 2018 saldrá de prisión. Es el que prevé la ley española por estos casos. El artículo 76 del Código Penal marca en 20 los años máximos que una persona puede estar privada de libertad por muy importante que sea su condena. Si bien hay casos que esta condena máxima puede llegar a los 30 o 40 años, no es el caso de violaciones como las que se le imputaron a Gregorio Cano.
Además, desde la Dirección general de Servicios Penitenciarios se han elaborado varios informes sobre la posible reincidencia y rehabilitación del preso durante sus permisos de semilibertad con tercer grado y también ahora cuando se está a punto de expirar la condena. Según ha podido saber 'EspañaDiario', el equipo multidisciplinario que ha estudiado el expediente del violador de la Verneda cree que el riesgo de reincidencia delictiva de Gregorio Cano cuando vuelva a ser libre es «alto».
Y es que hay factores de su conducta que permiten concluir que en situaciones reales, la posibilidad de reiterar en sus conductas es elevado. No se han podido notar signos de rehabilitación en los programas que se han realizado durante su estancia a la prisión. Según detallan estos informes, el consumo de drogas, tal como ya hacía cuando fue detenido y procesado, es otro de los factores riesgo por la posible reincidencia del violador de la Verneda.